CATEGORIA: Arqueología
Vestigios de un pueblo maya
Aké es uno de los más importantes del norte de Yucatán y se conoce ahora con el nombre de Ruinas de Aké por la hacienda de San Lorenzo Aké que se erige sobre los antiguos vestigios mayas. El vocablo maya Aké se refiere a un apellido y por tanto, también puede señalar pertenencia a un linaje; en otro sentido, denomina a un tipo de planta (bejuco). De acuerdo con recientes trabajos de exploración en distintos puntos, Aké fue ocupado a partir del Preclásico Superior hasta el Clásico, y sobrevivió hasta 1450 después de Cristo (Posclásico Tardío), según las ofrendas y cerámica encontradas en el sitio.Es posible que esta zona arqueológica haya tenido un papel importante en la región. Así lo sugieren su gran tamaño, el amplio lapso en que fue habitado, la presencia del Sac-Bé que lo unía a Izamal, y a los cuatro sitios intermedios que cruzan ese camino, y su situación geográfica (entre Tihó –la antigua Mérida– e Izamal). Al parecer la población prehispánica no tuvo relación con la actual. Esta última se desarrolló con el auge de la hacienda henequenera. Es posible que en sus inicios fuera una de las tantas estancias ganaderas de la época colonial, esto lo atestiguan los tres arcos coloniales situados al suroeste de la casa principal.
Arquitectónicamente el viajero observará "estructuras terraceadas, con esquinas redondeadas, escaleras de ángulo bajo, bloques grandes de piedra toscamente labrados, bóvedas del tipo escalera invertida; mampostería de tipo mosaico de estilo Puuc, sobrepuesta a la construcción típica de Aké", nos dice en su descripción la arqueóloga Beatriz Quintal. Alrededor del núcleo central, tras la primera muralla, está la sección cívico-administrativa llegando a ocupar unos 4 kilómetros cuadrados, en gran manera todavía inexplorada; sólo una séptima parte de ésta arrojó un registro de casi 500 construcciones, muestra de la gran población que en ella debió residir.
El edificio que alberga actualmente a la desfibradora, sobresale por su arquitectura afrancesada de principios de siglo. La iglesia del lugar fue edificada sobre una de las monumentales construcciones prehispánicas. El gran camino que unió a Izamal y a Aké tal vez fue, en un principio, producto de una relación de parentesco y política equilibrada. Rota esta relación, al imponerse el sitio mayor sobre el menor, es decir Izamal sobre Aké, controló una región geográfica más amplia. En Aké hay varios cenotes y dos aguadas que en épocas antiguas debieron resolver el problema de abastecimiento de agua. Debemos recordar que esta zona se considera la de más densa población prehispánica en la Península.
Aké tiene gran variedad de atractivos; una hacienda que durante años ha florecido gracias al cuidado de sus dueños, antiguas leyendas entorno a la misma, añejas máquinas desfibradoras donde aún se trabaja el "Oro Verde"(Henequén o Sisal), "Sac-Bes"(camino maya), un cenote tipo caverna, y un conjunto de ruinas y montículos de piedra, vestigios arqueológicos del pasado esplendor del pueblo maya. La antigua hacienda San Lorenzo fue construida en el año 1712, pero la última remodelación se ubica en el porfiriato. Aún conserva los arcos coloniales de acceso en los lados norte, sur y este. Sus construcciones más importantes están sobre una plataforma maya.
Al noreste de la casa principal se encuentra una capilla pequeña.La información que se conserva de esta hacienda es un documento notarial de 1810, suscrito por Doña Ildefonsa Marcos de Bermejo. En 1906, época de mayor desarrollo, es añadido el hermoso edificio de arquitectura afrancesada en la que ahora está la planta desfibradora de henequén.Se encuentra comunicada con la ciudad de Mérida directamente por una carretera nueva que pasa por las poblaciones de Tixpehual, Tixkokob y Ekmul y por la autopista a Can-Cun hasta el pueblo de Takmek.
Desde Aké también se puede tener acceso a la estación de ferrocarril del pueblo de Euan a la costa norte de Telchac y a Izamal. Existe también un Sac-Be maya Izamal –Aké.
Horario de sitio: El lugar puede ser visitado de martes a domingo, de 9:00 a 17:00 horas, cuenta con servicios de custodios.
Localización: La zona arqueológica está situada a 35 kilómetros de la ciudad de Mérida, en el estado de Yucatán y el acceso es por la carretera federal 80 que conduce a la población de Tixkokob.