Joya colonial
El Barrio Antiguo es el centro histórico de Monterrey, está lleno de atractivos edificios del siglo XIX, museos, bistros y boutiques, camina por sus calles empedradas, llenas de tiendas cuyas fachadas te transportan al pasado.Los regios y visitantes aprovechan las tardes para perderse disipadamente entre los callejones más emblemáticos del Barrio Antiguo, el perímetro del barrio es de una docena de calles, por lo que es perfecto para recorrerlo a pie.
El paseo puede iniciar, por ejemplo, en la calle Padre Mier, a partir de ahí todas las calles son empedradas y anqueadas por bellas casonas de los siglos XVIII y XIX, algunas casonas están abiertas al público, como las de la calle Morelos, una de ellas pertenece a la facultad de arquitectura de la UANL y tiene una hermosa galería de arte, biblioteca y salones, sus patios y arcos hacen del conjunto una verdadera joya colonial.
Las viejas casonas del barrio tienen un halo de misterio; en muchas de ellas hay placas en las fachadas que indican quién las habitó y en algunos casos las leyendas que han quedado detrás de los viejos muros de sillar.
En la calle Raymundo Jardón se hayan los anticuarios que exhiben sus mercancías en las banquetas y en sus locales ricamente ornamentados con muebles y objetos de época; las tiendas más interesantes son: La Casa de los Bisabuelos, La Paloma y La Dama Misteriosa, en esta misma calle llama la atención La Casa de los Títeres que ostenta una nutrida colección de títeres de todo el mundo y un pequeño teatro donde se realizan presentaciones de títeres de sombra, de guante, bocones y teatro negro.
La Galería Café en la calle Morelos es una magnífica opción, ya que suaves melodías de bossa-nova acompañan una espléndida vista del Cerro de la Silla y de todo el barrio, y del menú, la pasta Galería y las crepas mixtas de jamón y tocino son espectaculares; acompañar los platillos con un buen vino tinto seco pero afrutado es el perfecto maridaje, y de postre no pueden omitirse las deliciosas crepas con frutas rojas, y por cierto, los martinis aquí son los mejores de la comarca.
Ahora que si lo que se prefieres es una buena carne, el Restaurante Nueva Luna en la calle Dr. Coos sirve un rib eye y unas arracheras de pronósticos reservados, y sus margaritas de granada y pepino son una fantasía después de la comida nada mejor para la digestión que continuar el paseo por el barrio.
En la calle de Mina, por ejemplo, está el Museo de Culturas Populares, en una casona del siglo XVIII con amplios patios que resguarda interesantes colecciones de textiles nahuas y oaxaqueños, cerámicas, esculturas prehispánicas del sur del país, etcétera.