CATEGORIA: Historia, Pueblos, Arqueología
Antiguas edificaciones religiosas
Se desarrolló en paralelo a Teotihuacán y Monte Albán, y siguió siendo ocupado hasta entrado el siglo 13 y posiblemente después, hoy, el predio La Campana cuenta con aproximadamente 120 hectáreas, de este territorio, 10 hectáreas han sido excavadas y restauradas.Un bello conjunto arqueológico con muy interesantes secuencias de pirámides bajas y patios característicos del bajío mexicano, y plataformas de distintos tamaños de planta rectangular y circular donde algún día se desplantaron templos construidos con materiales perecederos, articulados por calles y calzadas, conforman esta ciudad arqueológica que colinda con las instalaciones del actual Instituto Tecnológico de Colima.
La Campana fue descubierta a inicios del siglo pasado por los arqueólogos José María Gutiérrez y Miguel Galindo, quienes iniciaron los trabajos de recuperación, y ha sido celosamente custodiada y cuidadosamente excavada y restaurada por unmequipo del INAH, dirigido atinadamente por la arqueóloga Ana María Jarquín.
En el sitio se pueden observar calles y un sistema de drenaje, además de edificaciones de carácter administrativo, religioso y habitacional sobre plataformas circulares y cuadrangulares, un Juego de Pelota y un sinnúmero de petroglifos tallados en la superficie de patios y plazas. Cronología: 300 a. C. a 1500 d. C. Ubicación cronológica principal: Clásico Temprano, 100 a 600 d. C.
En la economía y desarrollo de La Campana influyó su situación geográfica en el valle de Colima, pues allí fue donde convergieron tanto mercancías de lujo procedentes de las costas occidentales del centro de México, como productos agrícolas, materias primas de la región y maravillosas obras escultóricas en arcilla para su comercialización.
Además cabe destacar el control que durante su apogeo ejerció sobre otros asentamientos de menor tamaño, es probable que, según los arqueólogos, su decadencia estuviera relacionada con los terremotos que afectaron el centro ceremonial, quedando sólo algunos grupos asentados hasta el momento de contacto con los españoles.
El sitio presenta evidencias de todo el desarrollo arquitectónico prehispánico, y en el subsuelo presenta igual complejidad arquitectónica en estructuras, en las edificaciones se emplearon cantos rodados de diversos tamaños, obtenidos de ríos, algunos de ellos muy lejanos, para unir las piedras y levantar los muros a diversas alturas, utilizaron arcilla mezclada con restos vegetales, las superficies se cubrieron con enjarres aplanados de lodo, los cuales se sometieron a la acción del fuego para que endureciera y agarrara la calidad requerida.
Importantes fueron los hallazgos con los ritos funerarios, relacionados con la interpretación de la vida prehispánica después de la muerte, se localizaron varias tumbas de tiro, con diversos objetos como ofrendas, de tipo doméstico y ceremonial, destinados a acompañar al difunto en su viaje por el inframundo.