CATEGORIA: Historia, Arqueología
Símbolo indígena
Al sitio arqueológico de El Fuerte se le conoce como Cerro de la Máscara debido a que los grabados que se aprecian sobre una de las rocas más grandes figuran una máscara indígena.Un petroglifo es un grabado sobre roca obtenido por descascarillado o percusión, estos son propios de los pueblos prehistóricos. El municipio de El Fuerte conserva de esta forma la huella del hombre de aquellos tiempos.
Cuenta con otras localidades donde se encuentran vestigios menores, pero el más impresionante es del Cerro de la Máscara donde se han descubierto alrededor de 300 grabados y se ha preparado un sendero para conocer todos los conjuntos de rocas.
Estos grabados se encuentran divididos en grupos llamados unidades y a cada agrupación se le ha dado un nombre de acuerdo a la figura que se aprecia como dominante, ya que se pueden distinguir figuras muy claras como: hombres, espirales, zorras, soles, mariposas y nubes, entre otras.
Como ejemplos, están la unidad de La Reina donde es posible distinguir una figura que la representa o la unidad de La Zorra donde se distingue la silueta de un animal de dicha especie pero más grande que otras que aparecen en las demás unidades.
En algunas rocas se aprecian orificios un tanto profundos muy bien definidos y hasta una huella que pareciera como si hubiera sido marcada en la roca por el hombre.
Uno de estos grupos, el más alto de todos, es conocido como el observatorio y se cree que desde allí los indígenas vigilaban la zona. Entre estas rocas se cree que se hacían rituales religiosos y se piensa que tal vez haya más piedras grabadas por descubrir.
A esta zona llegan también muchos deportistas a practicar ciclismo de montaña y se puede ir a caminar y a disfrutar del Río Fuerte que pasa por las faldas del cerro, así como de las parvadas de aves exóticas que se ven pasar entre la naturaleza.
Por esta trascendencia y con la intención de preservar el patrimonio cultural de México, investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia, se dan a la tarea de realizar estudios que permitan implementar programas de conservación de las piezas.
Actualmente, se tienen identificados más de 300 petrograbados repartidos en cerca de dos centenares de rocas agrupadas en 15 conjuntos; estos grupos toman su clasificación de las diferentes figuras que presentan tales como animales, plantas, figuras antropomorfas y geométricas, entre otras.
Se encontraron también cerámicas de distintas regiones que permitieron definir el origen del sitio, que va del 900 después de cristo hasta el 1200. Otra de las características que presenta el sitio es la ausencia de estructuras que indiquen usos habitacionales.