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Templo del señor del perdón
La Edad Media legó a España y ésta nos trasmitió la consigna que sintetiza el deber de todo ciudadano: "Por mi Dios, por mi rey y por mi dama". Cuando se devaluó la imagen del Rey por la contraposición que establecía el axioma "La voz del pueblo es la voz de Dios", quedó en nosotros la convicción avasalladora de la lucha por Dios y por el hogar.Las intromisiones extranjeras copiadas por los políticos liberales, de las ideologías sajonas y francesas, hicieron corto circuito con la acendrada filosofía católica y nacionalista del pueblo mexicano, produciendo las revoluciones de la Guerra de Reforma y la Cristiada.Durante esta última, los cristianos trataron de externar que Cristo no era desplazado de México y en forma ostensible levantaron un monumento a Cristo Rey en el centro geográfico del país, el cerro del Cubilete, corazón histórico de México.Se llega hasta la cima rodeando el cerro por una pendiente empedrada y con curvas muy cerradas que por un momento parece que no tiene fin. Mientras más se asciende, la vista se vuelve cada vez más impresionante pudiéndose observar la sierra de Guanajuato, el valle y los poblados de alrededor; se llega a una explanada que funciona como mirador y estacionamiento.
Esta Montaña está reconocida oficialmente por la Comisión Geodésica de Guanajuato y por la Comisión de Geografía y Estadística Mexicana, como el Centro Geográfico de México. Es decir, el Monumento que descansa sobre su Santuario está, geográficamente hablando, en el Corazón de la República Mexicana. En la cima del Cerro del Cubilete (Área Natural Protegida) a 2579 m s.n.m. se encuentra el templo y casa de ejercicios espirituales católicos en un lugar donado por el Lic. José Natividad Macías. Durante la guerra cristera, el 20 de enero de 1928, la estatua original representando un Cristo con los brazos abiertos, fue bombardeada por el aviador Emilio Carranza.
La actual fue bendecida el 11 de Diciembre de 1951, comenzó su construcción el 10 de diciembre de 1945, concluyendo el 17 de agosto de 1949, la cúpula del templo tiene forma de semiesfera donde descansa la estatua y dos ángeles, uno a la derecha y otro a la izquierda, mide 20 metros de pies a cabeza, pesa 80 toneladas y ve hacia el poniente.
La semiesfera descansa sobre ocho columnas de concreto simbolizando las ocho provincias eclesiásticas de México. Los ángeles arrodillados ofrecen sendas coronas, la del martirio y la de la gloria y es hoy en día un icono religioso de la región. En días claros es posible apreciar en su totalidad el valle de Silao, puesto que la vista es formidable.
Es posible practicar el vuelo autónomo (parapente y ala delta) desde la cima.El 11 de febrero de 1923 el delegado apostólico, Monseñor Fillippi, bendijo la primera piedra ante 50,000 peregrinos, lo que le mereció la expulsión del país por el entonces presidente Álvaro Obregón. El lugar se convirtió en la tierra santa a conquistar y cuando el país se pacificó, se levantó el inmenso monumento a Cristo Rey, cuya consigna selló los labios de los mártires al ser fusilados: ¡Viva Cristo Rey! Esta epopeya le ha dado a México la mayoría de su santoral (aunque todavía no se llega, por tiempo, a la canonización), desde el P. Miguel Agustín Pro, S.J. hasta Monseñor Rafael Guizar y Valencia (beatificados en este pontificado).Originalmente el sitio estuvo ocupado por una estatua de Cristo Rey de menores dimensiones que fue destruida al ser bombardeada desde una avioneta durante la época más crítica de la llamada "Guerra Cristera", última etapa armada de la revolución mexicana.
El Santuario tiene capacidad para alojar a un nutrido número de peregrinos que asisten todo el año, pero en particular para la fiesta de Cristo Rey, el 21 de noviembre. La simbología representada en la estatua y los dos ángeles reposan sobre un hemisferio de concreto que simboliza al universo, con sus meridianos y paralelos terrestres, esta semiesfera reposa sobre ocho columnas de concreto que representan a las ocho provincias eclesiásticas de México. Los ángeles arrodillados a los pies del monarca, le ofrecen las dos coronas: la del martirio y de la gloria.
La escultura mide 20 m de altura y pesa 80 toneladas y está localizada en la cima del Cerro del Cubilete, a 2,600 metros sobre el nivel del mar, al cual se llega por medio de un camino empedrado que rodea al cerro hasta llegar a una glorieta superior, que funciona como mirador y estacionamiento. Este recorrido es muy pendiente y con curvas muy cerradas. El Santuario, a los pies del Cristo, contiene varias piezas de arte, destacando una custodia de gran tamaño. Vale la pena mencionar el museo Cristero, único en México, que reúne objetos, fotografías, entrevistas grabadas, música y biblioteca.
Este museo que posee el acervo histórico de los principales actores de esta gesta, se encuentra en Encarnación de Díaz a cargo de su fundador, Alfredo Hernández Quesada.En el exterior el edificio funciona como base la estatua, el Cristo Rey con los brazos abiertos ejerce su majestad sobre el país entero y dos ángeles que se hincan a sus pies le presentan la corona de espinas y una corona real. Desde la plaza de acceso puede admirarse una amplia vista del bajío guanajuatense y se respira aire puro y un ambiente místico confortante.