CATEGORIA: Ciudades Coloniales, Pueblos
De arquitectura barroca
Sombrerete gozó de una importante actividad minera en la época colonial, lo que le da un carácter muy interesante. Por eso, sobresale la estructura típica de una localidad fundada en el periodo virreinal, con calles anchas conectadas con callejones, varios templos con amplias plazas y especialmente una plaza rodeada por las sedes de los poderes políticos.Aun cuando se conservan importantes obras arquitectónicas del Porfiriato, Sombrerete se atesora como una población de un sabor colonial auténtico, con sus calles empedradas, sus callejones serpenteantes, sus arcadas y portales exteriores. El Convento de San Francisco de Asís fue fundado a finales del siglo XVI en 1575, constituyó el elemento distintivo de la presencia de la Orden Franciscana en el continente americano, quienes tenían como responsabilidad la evangelización de los pobladores de América.
Este primer edificio fue demolido en 1719 cuando se inició la construcción del que aún existe y que fuera concluido en 1738; erigido por Fray Juan Romero cuya torre, la más alta de la época, fue obra de arquitecto José Arcés.
En 1739 quedó consagrada por el obispo franciscano Juan Luis Lazo de la Vega y Cancino con rango de Basílica Menor, adjunta en su tiempo a la Basílica San Giovanni Laterano en Roma. Su celebridad hizo que la plaza lateral a este convento franciscano llevara su nombre y hasta hoy sea conocida como Plaza de San Francisco de Asís o de San Francisco. Posee un amplio claustro de dos niveles, decorados con una bella arquería sostenida por sencillas pilastras.
El templo de San Francisco, contiguo al convento, muestra una hermosa fachada barroca; su portada principal está compuesta de estípites y de nichos con esculturas en el primero y el segundo cuerpo, mientras que en el tercero y en su única torre existen varias columnas salomónicas. En el interior del Templo de San Francisco, domicilio de los monjes franciscanos, se respira una paz interna por sus amplios corredores y arcos, donde se aprecian enormes pinturas de San Francisco. En el centro se observa una fuente con una estatua en bronce de San Francisco de Asís, y bellos peces nadan en sus aguas.
Templo de la Tercera Orden
Es considerada como capilla (construcción del siglo XVI) y complemento del conjunto arquitectónico que forman San Francisco y el convento. Lo más sobresaliente es su portada estilo renacentista, con labrado de cantera y clave de unión que tiene la rodela de la Sagrada Orden de San Francisco.
Su planta es elíptica, con una bóveda que es sostenida sólo por dos arcos y construida por grava porosa de poco peso, originada de los residuos metálicos por coloración. Dicha piedra amalgamada se encontraba en las haciendas de beneficio, llamadas también hornos de fundición (la bóveda es considerada como única en el mundo).