CATEGORIA: Pueblos
Centro cultural de Chapala
La estación de ferrocarril: monumento edificado como testimonio al sueño de aquellos que experimentaron y quisieron comunicar el placer de vivir en un sitio único, Chapala.Enamorado y participe en la realización de grandes anhelos junto con muchos otros que a través del tiempo y de diferentes latitudes han sido inspirados al llegar a contemplar y experimentar la belleza de vivir en la ribera del Lago de Chapala.Guillermo de Alba (1874- 1935), arquitecto de profesión, manifestó espacial y formalmente sus grandes deseos y entusiasmos que le inspiraban este lugar privilegiado en las primeras décadas del siglo veinte. Preparado a finales del siglo XIX en la Chicago School of Architecture bajo el rigor y ejercicio de los grandes maestros que anticipaban el movimiento de la arquitectura moderna americana: Louis H. Sullivan, Henry Hobson Richardson, Henry Ives Cobb, Richard. M Hunt, por citar algunos.
Todos en la búsqueda de funcionalidad, eficiencia constructiva y espacial, de un justo equilibrio entre lo intelectual y lo emocional. Atentos a una revisión de procesos creativos, a la luz de los estilos arquitectónicos enarbolados mediante nuevos lenguajes expresivos aún no exentos de formas y decoraciones eclécticas, manifestaciones híbridas y diversas, algunos con características y variantes de aquellos enseñados y difundidos universalmente por la Ecole des Beaux Arts de París.
En esa época, Guadalajara como ciudad capital, recibía esa influencia estilística y modificaba en el área central su apariencia, al transformar, ocultar y disimular por el aplanado y estuco los muros urbanos o fachadas hechas de adobe, piedra y cantería colonial, en nuevos elementos de expresión formal de estilo afrancesado acorde con la moda del momento. Simultáneamente en términos urbanos y arquitectónicos la expansión de su territorio marcaba la introducción de nuevos modelos o tipologías que se manifestaban en el uso del "Chalet" o finca suburbana que propiciaba la participación de los nuevos constructores y alarifes así como de nuevos lenguajes que eran repetidos y ágilmente asimilados.
La visita de turistas tapatíos, nacionales y extranjeros van transformando paulatinamente el poblado de Chapala, nuevos proyectos y un sin número de fincas vacacionales y espacios de entretenimiento se construyen en la villa. Guillermo de Alba avecindado ya ahí desde 1900, se constituye en el momento como un artista y constructor, un ferviente promotor de tales deseos. Su residencia en Chapala, su convivencia y amistad con empresarios locales y extranjeros le permiten desarrollar importantes proyectos. Quizá una de sus mayores realizaciones lo constituye la estación terminal del ferrocarril de Chapala. Proyecto que le es encomendado por el noruego Paul Christian Schjetnan Hansen personaje llegado a la villa en 1908 con anhelos de remembrar actividades de su natal país y región mediante el fomento del turismo y activación de la economía local.
En su libro La Villa de Chapala, el escritor Martín Casillas de Alba, nieto del arquitecto, narra el origen, ascendiente y visión que este inversionista tuvo de establecer una estructura comercial y de apoyo a las comunidades ribereñas mediante un sistema de comunicación combinado de transporte marítimo a vapor de carga y pasajeros (Vikingo y La Tapatía) y ferroviario que se vinculaba a la red nacional existente del ferrocarril central. Había que promover Chapala, darle transporte y comunicarla con Guadalajara y con la capital de la república. Este era un proyecto que se había concebido desde 1909 y que por múltiples vicisitudes entre las que se encontraban las de orden económico y político al desatarse la revolución social, no se había concretado.
En 1917 se funda la sociedad Compañía de Fomento de Chapala, S.A. Después de dejar depósitos en garantía, realizar estudios de factibilidad y contar con suficiente capital e inversionistas, se aprueba la concesión con el gobierno estatal y federal y se realizan los trabajos de construcción de la vía del ferrocarril en una distancia de 26 kmts. Desde la localidad de La Capilla, pasando por Buenavista, Ixtlahuacán de los Membrillos, Arroyo de los sabinos, Cerro del Chihue, Potrero del molino, Santa Cruz de la Soledad, hasta el sitio donde hoy se encuentra el edificio de la Estación. Se hacen las negociaciones de locomotoras, como la 25 y 26 de sesenta toneladas cada una y tres carros de pasajeros de primera e igual número de segunda así como algunos cajones de carga con la Secretaria de Comunicaciones y Ferrocarriles Nacionales.Christian Schjetnan le pide a su vecino y amigo el arquitecto Guillermo de Alba que le diseñe la Gran estación. Símbolo y obra de arte para Chapala y también otras pequeñas, para las paradas intermedias en la ruta.
De igual forma estuvo en proyecto la construcción de un hotel vecino a la estación, edificio que se proyectó pero no se construyó al igual que un complejo inmobiliario en su cercanía. El empresario noruego, junto con los ingenieros Juan José Barragán y Birger Wisnes anuncian y promueven el proyecto y servicio de la Compañía de Fomento, mediante ruedas de prensa, mostrando maquetas y planos en enero de 1920. El servicio se inaugura formalmente el jueves 8 de abril del mismo año.Hace 86 años se inauguró el primero y último ferrocarril que comunicaría Chapala con Guadalajara con un tren diario de ida y vuelta hasta el año de 1926 y que ha decir de D: H: Lawrence en el libro La Serpiente emplumada…" no cubría los gastos y luchaba por sostenerse, pero bastaba.
La crónica a la que refiere Martín Casillas nos dice que su destino fue fatal al inundarse la estación por los altos niveles de la laguna alcanzados en el año de 1925 y el avance de la red de carreteras que ofrecía entre otras cosas mayor accesibilidad y servicios de transporte terrestre público y privado con opciones más atractivas para comunicar el lugar.Declarada la compañía en quiebra los bienes fueron puestos en remate y el inmueble pasó a Don Ricardo Aguilar como adjudicatario.Tiempo después lo tuvo el Lic. Jesús González Gallo, quien lo presta por un tiempo a la colonia extranjera como Casa Club.
Fue abandonado y ocupado por invasión de varias familias hasta que los sucesores del Licenciado González Gallo lo donan al pueblo de Jalisco representado en el gobierno estatal. A Partir de entonces y de forma conjunta la organización ciudadana "Adopte una Obra de Arte" y el gobierno del estado representado por las Secretarías de Cultura y Desarrollo Urbano lo han restaurado como un Centro Cultural de Chapala. Como parte de los comentarios en la época de su inauguración se dijo:" Es mucha estación para tan pequeña villa".
Majestuosa en su escala la Estación como edificio correspondía a lo majestuoso de los planes, fantasías y expectativas que el arquitecto De alba y sus amigos tenían sobre un futuro por mucho tiempo anhelado para Chapala. La estación es una pequeña gran obra de arte y representa junto con el Hotel Fénix de Guadalajara sus productos arquitectónicos más cercanos a las influencias derivadas de su estadía en la Escuela de Arquitectura de Chicago. La conformación general de su planta es rectangular apaisada, en el sentido oriente- poniente en la lógica de tener una imagen de fuerte impacto a la laguna y dar fácil acceso desde y hacia los vagones de ferrocarril cuya vía corría paralela a su orilla.
La fachada sur, la más importante de cara a la laguna, conforma un corredor porticado de recepción desde el embarcadero.En este frente y de forma central la composición es presidida por un gran arco central de magnificas proporciones que mediante escalinata en su base da acceso al vestíbulo principal de doble altura. Esta gran puerta es coronada por un remate moldurado y horadado por el óculo que albergó alguna vez la carátula de un reloj y que soporta el asta bandera.Este mismo espacio se muestra en la fachada norte con un arco de menor importancia al ser interrumpido en su esbelta proporción por él entre piso que genera la terraza sobre el andén.
A partir de este gran espacio, la distribución de dependencias se da de forma simétrica.Obedeciendo este criterio se dispone el acomodo de los vanos del pórtico (cinco por lado en la fachada a la laguna) al igual que la disposición de puertas y ventanas en similar número y preciso espacio de forma rectangular en perfecta proporción, cada una adornada por molduras, una ceja geométrica elemental, sencilla, con una marca al centro enfatizando así su propia simetría. En planta baja sobre la fachada norte, un corredor amplio de cinco vanos con columnas de remate ornamentado sobre el cual se desplanta una terraza balcón como mirador hacia el poblado. Martín Casillas añade: "Con esos dibujos que pude ver en sus libretas de apuntes, libretas de pasta dura con cuadricula se puede apreciar que los motivos decorativos son producto de las enseñanzas pasadas de Frank Furness".
Dos torreones dan al frente por la fachada sur, abiertos a los cuatro vientos, con unos arcos de excelente proporción y estilo a la manera de arcada italiana, florentina tal vez, techados con una cubierta que si nos proponemos, asemeja recintos un poco orientales, que bien podrían tener un poco de sabor mudéjar.Estos torreones colocados cada uno en los extremos, delimitan la altura y acentúan junto con el magnífico color amarillo de sus muros el volumen de la Estación de ferrocarril remarcando su silueta, que puede ser apreciada como hito y referencia desde la distancia.
La habilidad del arquitecto de manejar las proporciones y escala se puso de manifiesto al dar solución arquitectónica a un género cuyo programa parecía solventarse con un edificio bajo y sencillo, por el contrario se realiza éste, que hasta el día de hoy, representa un ícono entre aquellos que honran la imagen y memoria de grandes soñadores cuyas aspiraciones, a pesar de las múltiples calamidades y contratiempos propios de la época, pudieron convertirse en el transcurso de los años en bella y luminosa realidad.