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Galeria fotografica de la Revolución
La hacienda inició su construcción en 1800 y fue inaugurada el 15 de abril de 1821, con el nombre de la Santísima Trinidad de la Labor de España. Posteriormente, en el año de 1840, Juan Nepomuceno Flores, el segundo propietario, realizó una ampliación al lugar y la nombró Hacienda La Loma, como actualmente se le conoce.La parte posterior de la Hacienda, donde se encuentra el sótano, granero y cava, data del año 1894 que fue cuando finalizó su construcción.
Actualmente, las amplias y ventiladas habitaciones de la hacienda albergan desde 1994 al Museo de la División del Norte, que comprende tres áreas: Sala a Benito Juárez, Tienda de raya y Sala a Francisco Villa.
El Museo es un lugar en el que el tiempo se detuvo, ya que en sus patios y recámaras se encierran los detalles del inicio de la Revolución, así como el origen de la comunidad de La Loma. En ellas se exhibe una vasta colección de fotografías de la Revolución Mexicana y objetos de la época, que narran los acontecimientos que aquí transcurrieron.
Dentro de sus paredes la Hacienda cuenta con un mural representativo de los cien años de la Revolución, en el que se muestra el pasado y el presente de la comunidad.
Del lado derecho se aprecia cómo fue construida la Hacienda, debido a la necesidad de alimento y vivienda que tuvieron los mineros españoles que extraían metales de las minas de Mapimí y en el costado izquierdo se expresan algunos detalles actuales, como el transporte público, el Baile de la Pluma, típico del lugar, y lo que es el Canto Cardenche.
A un costado de la Hacienda se encuentra una capilla de estilo greco-romano consagrada en 1885 en honor a la Virgen de la Purísima Concepción, acompañada de otras imágenes religiosas del siglo XVIII, y el sepulcro neogótico de los hermanos Gardé.
Desde su campanario y balcón trasero es posible contemplar los bellísimos paisajes de la región.
En el recorrido por los rincones y espacios abiertos con vegetación del museo se muestra y explica el edificio y sus diferentes espacios: la sala recibidor, oficinas, la entrada a la capilla por una sacristía y el extenso sótano, además del balcón y sus escaleras, en ambos lados, que llevan hacia el exterior de la casa, donde se aprecian los majestuosos árboles y las casas de los ejidatarios de La Loma.