La Cruz milagrosa del Zacate
El templo esta dedicado a la cruz del zacate un misterioso arbusto en forma de cruz que sin importar la época del año siempre reverdece. La aparición del arbusto se registró al inicio del siglo 17. Las mujeres acostumbraban cortar parte de sus follaje para usarlo en bebidas curativas y usar la tierra de su alrededor para aliviar otros padecimientos.Templo y Ex Convento de la Cruz
Es el mayor monumento histórico que conserva la ciudad de Tepic. Esta dedicado en honor a la cruz de zacate misterioso arbusto que crece y nunca se seca. La cruz formada se considera milagrosa porque protege a la ciudad y a todas las comunidades nayaritas de los fenómenos meteorológicos y enfermedades.
La aparición del arbusto se registró al inicio del siglo 17. Los habitantes estaban bajo la jurisdicción del convento de San Juan Bautista en el pueblo de Xalisco y en el aspecto civil debían pagar tributo a la Alcaldía Mayor de la ciudad de Compostela.
Sus 56 pobladores eran los más leales del reino y por esa lealtad habían solicitado exentar su pago al rey. En ese año un suceso cambió la vida de todos. Al estar arriando bestias Andando Domingo Lázaro de Arregui se dio cuenta que la yegua en que iba corriendo ya no quiso caminar al bajar la vista vio en el suelo la señal de una cruz sobre el pasto.
La euforia por tal acontecimiento hizo que algunas vecinas recogieran aquel verde zacate para usarlo en bebidas curativas mientras que la tierra donde había nacido se la untaban para aliviar otros padecimientos físicos. Al recobrar la salud manifestaron el poder de la cruz para realizar milagros y comenzó a crecer su fe.
Al entrar en vigor las Leyes de Reforma, el convento abandonado hacia 1860, y 17 años después, al organizarse la campaña para terminar con la guerrilla capitaneada por Juan Lerma, llegó desde la ciudad de México el general Manuel González, quien instaló en la ciudad de Tepic la Sección Sanitaria, una extensión del Hospital Militar de la ciudad de Guadalajara.
Al saber que el antiguo convento estaba abandonado por varios años, decidió ocuparlo por lo que ahí se instalaron los médicos Vicente Ochoa, Benito Nicochea Vargas y Francisco Trillones, más dos enfermeras, dos cabos y cuatro camilleros. Aunque el convento fue ocupado por los militares, el templo siguió funcionando como tal.
En ese año estuvo en la ciudad un visitador general de la oficina de Hacienda, quien se enteró del funcionamiento del improvisado hospital militar y se comprometió con los médicos y personal a gestionar en la ciudad de México, ante el gobierno federal, la ocupación total del convento y su adaptación.
El 18 de abril de 1878 se respondió a la solicitud y en ese mismo año iniciaron las obras de readaptación.
Esta institución hospitalaria brindó servicios médicos a la población durante aquellas epidemias que azotaron la ciudad de Tepic de 1839 de influenza y en 1897 de paludismo. El hospital militar estuvo en servicio hasta 1927.
Esta cruz no recibe ningún cultivo, ni en tiempo de aguas ni de secas, ni en heladas, por ello los católicos la consideran como una bendición de Dios, siendo incluso destruida en tiempos de las Leyes de Reforma, por el Coronel Antonio Rojas, y se dice que brotó milagrosamente de nuevo. Hoy en día es un sitio de culto y agradecimiento de parte de todos los creyentes a esta cruz a la que se la atribuyen muchos milagros.