La casa de los muñecos
El historiador Arturo Córdova Durana afirma que la casa está en "uno de los solares principales contiguos a la Plaza Mayor que, en el siglo XVI, el regimiento de la recién fundada ciudad de la Puebla le da en merced al capitán Juan Ochoa de Elejalde, conquistador y escribano de armada de Hernán Cortés".El mismo investigador afirma que el último de los descendientes de Juan Ochoa de Elejalde, Andrés de Pardiñas y Villar de Francos, Conde de Castelo, en 1784 vendió la finca al capitán y regidor Agustín de Ovando Cáceres de Ledesma Núñez de Villavicencio. Sin embargo, el Doctor Hugo Leicht, en su libro Las Calles de Puebla, señala que la casa fue edificada por Agustín de Ovando y Villavicencio.
Así, durante la historia de Puebla, la casa ha sido conocida como Casa del Conde de Castelo y Casa de Ovando. Pero el nombre más conocido para esta casa es el que la población le ha dado: Casa de los Muñecos.
Este nombre se debe a la fachada de la casa: una de las más admiradas entre las casas barrocas de Puebla.
En la fachada se observan tres niveles. En el primero, doce vanos: diez corresponden a ventanas y los dos más grandes, a las puertas. Aunque es una sola fachada, corresponde a dos casas. En el segundo nivel se alternan ocho tableros con ocho balcones, quedando al centro, sobre la entrada principal, el escudo de la familia Ovando y Villavicencio. En el tercer nivel se repite el juego alternado de tableros y ventanas. Sobre la cornisa se aprecia un barandal corrido. Más arriba, una cornisa ondulante, seis gárgolas, un barandal y seis macetones en la parte superior.
El conjunto es un extraordinario ejemplo de fachada barroca poblana: en la base, lambrín de cantera gris; sobre este, un tapetillo formado por ladrillos de arcilla roja y azulejos.
Y lo más llamativo: formados con mosaico de azulejo, dieciséis figuras antropomorfas presentadas en un momento que detiene sus movimientos.
Fue restaurada por el arquitecto Ambrosio Guzmán en 1987, quien fungió como primer director del Museo Universitario.
La casa resultó dañada por el sismo de 1999, por lo que permaneció cerrada durante siete años por los trabajos de remodelación. Fue reabierta al público el 4 de octubre de 2006.