Una gran aventura te espera
El Lago de Tequesquitengo, está situado en México, es el principal almacenamiento hídrico del estado de Morelos, es una cuenca cerrada de 28 km², con una superficie de inundación de 8 km². Desde el punto de vista geológico es una fosa tectónica de más de 130 metros de profundidad que se formó como consecuencia del colapso del techo de grandes cavernas producidas por la disolución de la roca caliza que se encuentra como basamento. Está ubicado a 111 km de la Ciudad de México y 39 km de Cuernavaca. El lago en forma de gota tiene las siguientes dimensiones: el espejo de agua mide 4.2 km de largo, 2.5 km de ancho y 16 km de perímetro, está ubicado a 887.37 metros sobre el nivel del mar entre Puente de Ixtla y Jojutla de Juárez en el Estado de Morelos. Tiene una capacidad máxima de almacenamiento de 168.9 hm³, nivel en el cual se inunda una superficie de ocho km² y se ve limitado por el umbral del túnel vertedor ubicado en su porción suroeste, cuya elevación es de 887.37 msnm.Tequesquitengo en la época de lluvias recibe aguas de diversos afluentes, como la barranca Honda y la barranca del Muerto. Su principal fuente de abastecimiento son manantiales que se encuentran distribuidos en diferentes puntos del propio lago.
Boya sobre la iglesia-Tequesquitengo
Originalmente existió un pequeño lago en la parte norte del actual acuífero, a la orilla del cual se estableció el pueblo de San Juan Bautista Tequesquitengo. A mediados del siglo XIX aumentó la dimensión del lago y paulatinamente fue inundando el poblado hasta cubrirlo totalmente. La cúpula de la iglesia del antiguo pueblo se encuentra marcada con una boya y puede apreciarse a 6 metros de la superficie.
Su origen se remonta hacia 1650, cuando un pequeño pueblo se estableció a la orilla de un ojo de agua, donde los indígenas explotaban el tequesquite, material utilizado en la fabricación de jabón, para purgar el ganado vacuno y equino y así venderlo a los comerciantes a su paso con destino a Acapulco. También sembraban ajonjolí y maíz. Este poblado tenía un templo perteneciente a la orden de los frailes dominicos del monasterio de Tlaquiltenango, dedicada a San Juan Bautista.
Destino Turístico
En el siglo XIX, los hermanos Miguel y Leandro Mosso, dueños de la hacienda San José Vista Hermosa, fueron convirtiendo todos los terrenos del pueblo disponibles, en tierras de riego para siembra de caña de azúcar. Al desviar los “achololes” (agua sobrante de los riegos de los campos de caña) hacia el valle, se aumentó el volumen de agua del Lago de Tequesquitengo a tal grado que los habitantes del poblado tuvieron que irse a vivir a las partes más altas, pues para 1865, el agua llegó a cubrir totalmente hasta la torre del templo. El antiguo pueblo de Tequesquitengo se asentó en un terreno “kárstico” o “dolina”, que es un área con grandes concentraciones de roca caliza que va disolviéndose gradualmente por la acción erosiva del agua.
Mediante decreto presidencial del 6 de noviembre de 1940, y con el fin de establecer un centro turístico, se expropiaron a favor del Gobierno del Estado de Morelos, 505 hectáreas circundantes al Lago de Tequesquitengo, afectando tierras de los ejidos de Tehuixtla, San José Vista Hermosa, Xoxocotla y Tequesquitengo.
Los objetivos de este decreto no se cumplieron, ya que el Gobierno del Estado de Morelos no se encontraba en condiciones de impulsar el desarrollo del centro turístico, por lo que solicitó al Gobierno Federal la expedición de un nuevo decreto expropiatorio. Un segundo Decreto Presidencial se expidió el 7 de enero de 1942, dejando sin efecto el de fecha 6 de noviembre de 1940, mediante el cual se expropiaron nuevamente las mismas 505 ha en favor de la Nación y, con el fin de destinarlos al establecimiento del centro turístico, los terrenos referidos se enajenaron a favor de la empresa “Terrenos y Turismo, S.A.”
Bañistas en muelle
Para 1975 y ante el rezago del desarrollo de Tequesquitengo, el Gobierno Federal expidió un decreto expropiatorio de fecha 20 de enero de 1975, mediante el cual declaró al Fondo Nacional de Fomento Ejidal (Fonafe) como propietario de la superficie expropiada en 1942 y la decisión de que ésta fuera aportada para constituir un fideicomiso. En ejecución de este Decreto, se constituyó el Fideicomiso Lago de Tequesquitengo (Filateq), teniendo como fiduciaria a Nacional Financiera, S.A. (ahora S.N.C.), como fideicomitente al Fonafe y como fideicomisarios al propio Fonafe y los ejidos de Tehuixtla, San José Vista Hermosa, Xoxocotla y Tequesquitengo.
Actualmente, Tequesquitengo reúne una importante infraestructura turística, hotelera, restaurantes y de servicios.
El lago es uno de los mejores atractivos para quienes gustan de la emoción de los deportes acuáticos, como el esquí, el paseo en lancha, la natación y desde luego el buceo, que puede practicarse en la parte central del lago para observar los restos de la iglesia del antiguo poblado que permanecen debajo del agua. Cada tercer jueves de mayo se celebra la fiesta del Señor de la Ascensión con un paseo solemne en lancha alrededor del lago, posteriormente una misa, e inician los eventos culturales, bailes tradicionales y muestra de artesanía de la región.
El agua presenta una alta concentración de sólidos disueltos, lo cual es una condición natural debido a que se alimenta principalmente del acuífero, que se caracteriza por el tipo de agua cálcica bicarbonatada de alta conductividad. El oxígeno disuelto es moderadamente alto en el agua superficial y declina su valor hasta valores nulos en el fondo del lago; debido a la presencia de una capa de agua intermedia (termoclina) natural que impide la mezcla completa de agua superficial con la del fondo y que a finales del año, las aguas del fondo carentes de oxígeno, emergen y se mezclan con las superficiales, ocasionan una considerable disminución de concentración de oxígeno en el agua superficial, ocurriendo una mortandad masiva de peces.
Resultados obtenidos del análisis físico – químico de la calidad del agua muestra que ésta es moderadamente potable; tiene una dureza elevada (agua cálcica bicarbonatada). La Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios (dependiente de la Secretaría de Salud del Estado de Morelos) realiza un monitoreo constante a lo largo del año tomando muestras en diferentes puntos del lago. De acuerdo a los parámetros establecidos por la Organización Mundial de la Salud (0-200 NMP/100 ml) las aguas del lago cumplen con las especificaciones sanitarias para considerarse apta para uso recreativo y deportivo.
El fenómeno del vuelco de las aguas del Lago de Tequesquitengo es provocado por el descenso de la temperatura en invierno; así, al existir una temperatura inferior en la superficie de las aguas del lago, las aguas más frías, densas y anóxicas del fondo se mezclan con la de la superficie. Provocando la desoxigenación el medio, con ello se provoca la mortandad de los peces. Muchas personas ignoran el fenómeno y lo atribuyen a una contaminación indiscriminada por parte de los visitantes. El olor azufroso se asocia con suciedad; sin embargo, esto beneficia al lago ya que para los meses de febrero, marzo y abril el fenómeno se revierte y las aguas se vuelven claras, esto permite apreciar buena parte de las edificaciones del pueblo hundido, incluyendo la iglesia.
En el año 2008 este fenómeno se presentó el 12 de diciembre, la muerte masiva de peces atrae a periodistas, curiosos y turistas. En 2009 no se observó la mortandad de peces, sin embargo en 2010 se presenta en enero y diciembre. Al igual que en 2009, el año 2011 no presentó muerte de peces. La primera semana de enero de 2012 apareció el fenómeno. Para el año 2013, se presentaron "manchas" blancas en el fondo del lago y por primera vez se registró un tono bicolor en el agua, sólo murieron peces conocidos como "platilla" en cantidades poco significativas.
Sus recursos hídricos se aprovechan para usos agrícolas, ganaderos, turísticos y domésticos. El uso, aprovechamiento y explotación de las aguas superficiales se realiza al amparo de los Reglamentos de las Aguas Nacionales del Estado de Morelos de 1925, 1926, así como los decretos presidenciales de 1953, 1958 y 1966. Los principales usuarios de las aguas superficiales en el estado de Morelos son los agricultores con el 96.60 %, el uso público urbano ocupa el 2.70 % a través de tomas directas de las corrientes y principalmente de los manantiales y el uso industrial aprovecha sólo el 0.70 por ciento. La infraestructura hidroagrícola del Estado presenta un considerable deterioro en su estado físico, ocasionado por el escaso mantenimiento que ha tenido a lo largo de su historia productiva, que en la mayor parte de los casos, data de años anteriores a la revolución, el estado actual de la infraestructura ocasiona bajas eficiencias de conducción, lo que se traduce en una pérdida de aproximadamente del 50 % del agua destinada al riego.