Una fusión de estas tendencias
El antiguo edificio del siglo XIX, que antes ocupara el Seminario Conciliar de la Ciudad de Zacatecas, México, se ha trasformado en un importante museo de arte abstracto que alberga la obra de más de 120 artistas mexicanos que han producido pintura y escultura abstracta durante los últimos 50 años. En las diferentes salas del Museo Felguérez podemos encontrar obras que son producto de por lo menos, tres generaciones de artistas dedicados a la producción de pintura y escultura dentro de las diferentes tendencias de la abstracción moderna y contemporánea.Forman parte de esta rica y variada colección obras de los artistas Lilia Carrillo, Vicente Rojo, Pedro Coronel, Kasuya Sakai, Luis López Losa, Jordi Boldó y Francisco Castro Leñero entre otros, junto a un gran número de pinturas y esculturas del propio Manuel Felguérez, quien fuera discípulo del escultor ruso Ossip Zadkine en la ciudad de París.
Felguérez adopta la estética constructivista-abstracta de Zadkine y a su regreso a la Ciudad de México forma parte de la primera generación de artistas abstractos que entran en conflicto con la estética nacionalista de la Escuela Mexicana de Pintura, compuesta por los muralistas Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros.
Desde sus inicios Manuel Felguérez desarrolla una intensa actividad como pintor y escultor en la que incorpora junto a su formación inicial como artista geométrico-constructivista, elementos de informalismo y del expresionismo abstracto. Logrando una fusión de estas tendencias y creando un estilo propio que se define mediante la libre incorporación de elementos que pertenecen a estas tres líneas estilísticas presentes en la pintura moderna y contemporánea.
En las etapas más recientes de su desarrollo como artista, Felguérez se interesa por la informática y por los procesos de producción cibernética añadiéndole a su trabajo una nueva dimensión que va más allá de los procesos tradicionales de factura. Esta nueva etapa se apoya fundamentalmente en los procesos de programación y producción computarizados y trata de unir las intuiciones y percepciones de la subjetividad artística con los principios y las metodologías que rigen el mundo de las nuevas tecnologías de producción cibernética.
Consta de 16 salas permanentes que exhiben pinturas y esculturas de artistas abstractos mexicanos y extranjeros, y dos temporales en las que se presentan exposiciones de arte abstracto. Se cuenta con una sala de arte abstracto de artistas zacatecanos. Entre las colecciones que resguarda se encuentran la Ruta de la amistad, con las obras realizadas por artistas de diversos países con motivo de la Olimpiada México 68.
Los Murales Osaka, encargados por don Fernando Gamboa para el pabellón de México en la Exposición Mundial Osaka 70, y la Colección antológica, de Manuel Felguérez, con obras que dan cuenta de las diversas etapas creativas del artista. El Museo ofrece exposiciones temporales, diversas actividades culturales y cuenta con tienda, librería, archivo especializado y con un Centro de Formación y Producción de Grabado.