Espléndida casa construida en 1889
El museo de Historia de Tabasco es un monumento nacional arquitectónico, que data del siglo XIX, el cual Protege, conserva y difunde los objetos, documentos y testimonios históricos, del siglo XIV hasta el siglo XX.Que reflejan la memoria, los valores históricos y culturales del estado y la nación.
La Casa de los Azulejos de Villahermosa construida en 1889 bajo el diseño del tenedor de obra Jacinto Cabrales, perteneció a Don José María Graham McGregor, un comerciante tabasqueño que deseaba poseer la mejor y más elegante mansión del área.
El señor Graham McGregor, compró la casa a doña Ana Eugenia Niévez de Repetto, quien era albacea universal testamentaria de su extinto padre don Victoriano Niévez Céspedes célebre político, millonario y filántropo que fuera condecorado por la Emperatriz Carlota.
Al paso de los años, el edificio funcionó primero como casa-habitación, para después ser comercio, edificio de gobierno, hotel y casa de huéspedes.
El Museo de historia de Tabasco, fue inaugurado el 8 de diciembre de 1985, destinándose al servicio de la población. Se caracteriza por una gran variedad de estilos: mudéjar, mozárabe, gótico, barroco y renacentista, amalgamados con nuevas formas estructurales como la bovedilla tabicada y las ligas de acero.
Está compuesto de dos plantas, 9 salas de exhibición siguiendo un orden cronológico y temático, así como un área para exposiciones temporales y permanentes, dedicada a la construcción de la casa y a la historia del crecimiento de la ciudad de Villahermosa, donde se alberga un total de 400 piezas.
Conocido como Casa de los Azulejos, sobrenombre que le viene de la abundante decoración a base de esas piezas de cerámica, muchas de ellas de factura catalana, que adornan su fachada, en la cual se descubren interesantes combinaciones ornamentales en marcos, ventanas y barandales de hierro forjado, con detalles que semejan fina caligrafía.
En la parte superior del edificio resaltan las esculturas dispuestas a manera de remate, como la de la esquina que representa al dios romano del comercio, Mercurio, y otras cinco esculturas humanas sobre la balaustrada.
Es notable también el friso que corre en el entrepiso, el cual muestra azulejos con un rostro femenino de perfil, personificando a la célebre reina egipcia Cleopatra.
En su interior el inmueble conserva un patio en el que se conjugan detalles arquitectónicos de marcada influencia gótica y morisca, aspecto que define al estilo general del edificio como ecléctico.