Museo de la evolución
La historia se palpa en el Valle de Tehuacán como en ningún otro lugar de México.Admirar sus fósiles, zonas arqueológicas, cactáceas y edificios coloniales es un deleite.
El Museo de la Evolución es una de las joyas más lozanas de la ciudad, cuya enorme estructura moderna alberga los secretos más recónditos del universo, desde el Big Bang hasta la aparición del hombre moderno. Es el ABC de minerales, plantas y animales que nos asombran y tratamos de entender.
Aquí, los niños corren felices hacia los dinosaurios monumentales mientras que los adultos detenemos nuestro paso ante los minerales. Las enormes pantallas multimedia cautivan a todos por igual; los modelos de animales prehistóricos generan nostalgia.
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Gracias a la museografía experimenté una emoción particular: caí en la cuenta de que he sido parte de esa grandiosa historia. Salí satisfecho de un recorrido que pareció mostrarme el transcurrir del universo en un parpadeo. Recordé aquella frase de Charles Darwin sobre la evolución: “Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio”.
En sus cinco salas conocerás, de manera didáctica y recreativa, diversos episodios de la milenaria relación entre el hombre y la naturaleza, en el pasado y presente.
El recorrido te llevará desde el Big Bang, pasando por las eras Mesozoica y Cenozoica. Además, tienes la oportunidad de conocer la transformación del maíz, fundamental en la alimentación del mexicano, también podrás recorrer el jardín Etnobotánico.