Extraordinarias piezas del siglo XX
Conformada por piezas de los siglos XVI al XIX procedentes de México, Europa y Oriente. Platería, cerámica, mobiliario, textiles, escultura y pintura son los géneros más importantes en exhibición.El edificio sede del museo fue fundado en 1582 por Pedro López y funcionó por cuatro siglos como hospital de la Orden de San Juan de Dios, mejor conocido como Hospital de la Mujer.
En el claustro del ex hospital de San Juan de Dios, que por sí es uno de los atractivos del museo, se montan exposiciones temporales y es paso necesario para conocer las tres salas ambientadas de la época virreinal: un comedor, un gabinete y una capilla.
En el claustro alto se encuentra la biblioteca, cuyo acervo es de más de 14 mil volúmenes, colección que incluye libros antiguos y únicos, documentos históricos y 800 ediciones distintas de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.
Su creación es el resultado de la vocación y la mentalidad filantrópica de Franz Mayer, coleccionista alemán nacionalizado mexicano, de quien el museo toma su nombre.
Este hermoso museo fue inaugurado el 15 de julio de 1986, logrando mantener a lo largo de una década, un gran dinamismo en la difusión cultural de su maravilloso contenido mediante visitas guiadas, exposiciones temporales, conferencias, conciertos y presentación de libros.
Franz Mayer Traumann nació el 22 de septiembre de 1882 en Mannheim, Alemania Poseedor de una brillante inteligencia, Mayer logró amasar una cuantiosa fortuna al cabo de pocos años. Su inclinación por el coleccionismo y su amplia cultura, lo impulsaron a emplear ese enorme caudal con el fin de reunir una gran cantidad de piezas de arte, con la ambiciosa idea de convertir algún día su casa en un museo importante.
De excepcional podríamos calificar la interesante colección que reunió el acaudalado alemán en casi 60 años de activa búsqueda por todo el mundo.
Mediante su afán de coleccionista, logró recuperar para México una gran cantidad de obras de arte que se consideraban perdidas, pues se encontraban en el extranjero, así, llegó a juntar 30,000 piezas de exquisito arte.
La cerámica española, la china, la inglesa y sobre todo la poblana, lo atrajeron particularmente logrando reunir millares de ejemplares de los siglos XVII y XVIII, entre los que figuran cerca de 20,000 azulejos.
La plata fue, junto con la cerámica, uno de los principales intereses de Franz Mayer, ya que logró conseguir más de 1,500 piezas de diferentes épocas, algunas de ellas sobredoradas.
Se considera que estas muestras figuran entre las más importantes del mundo en su género. Excelente mobiliario, puertas labradas en maderas preciosas con incrustaciones de hueso, de concha nácar o de marfil y arcones forrados de piel, forman parte así mismo del museo.
Los textiles de diferentes lugares y épocas del mundo lo atrajeron sensiblemente, lo mismo que las esculturas de piedra, de marfil, de cerámica o de metal y principalmente de madera estofada.