CATEGORIA: Ciudades Coloniales, Historia, Museos
La casa del Jaguar
Es un bello edificio neoclásico construido en 1891, destinado originalmente para ser un seminario, fue restaurada, amueblada y habitada por Frans Blom y Gertrude Duby quienes se interesaron fuertemente por los grupos indígenas, principalmente los lacandones, y con el tiempo lograron formar un importante acervo de documentos y obras bibliógrafas, especializadas en asuntos arqueológicos y etnógrafos de la zona de Chiapas, como diversos textiles, muebles, lámparas y artefactos de cerámica.Objetos precolombinos, etnográficos, históricos y documentales conviven en armonía con el arte en todas formas de expresión con el más exquisito gusto de los más grandes coleccionistas, su profunda huella se aprecia en todos los rincones, de manera especial el popular de la región, los árboles, plantas y construcciones han hecho de este espacio el preferido de todos los visitantes de San Cristóbal de Las Casas.
La colección textil consta de dos acervos: los trajes de Gertrude Duby, en su mayoría confeccionados de acuerdo a sus propios diseños con textiles de su gran amigo don Joaquín Hernans, y la colección conformada por Walter F. Morris Jr., el antropólogo investigador de los diseños y modas en el mundo maya, esta última colección representa el documento histórico más importante de las mujeres mayas de los Altos de Chiapas.
El museo cuenta con expediciones a la Selva Lacandona, gracias a la relación que la asociación mantiene con las comunidades lacandonas, Na Bolom ofrece experiencias únicas en las que el visitante podrá convivir con la comunidad, acampar en el campamento donde Gertrudis Duby Blom se instalaba, cocinar comida tradicional de la zona y disfrutar de las bellezas naturales de la región.
También es posible encontrar salas de exhibición en donde se captura un poco de la vida diaria de los exploradores, en estas salas podrás ver múltiples objetos reflejo de su pasión como máquinas de escribir, machetes, sillas de montar, escritorios, fotografías y mucho más, todo preservado de una manera especial para que todos los visitantes, más que visitar un museo, hagan un viaje en el tiempo a través de la historia de Chiapas.
Además cuenta con un jardín botánico adornado con murales y rodeada de una gran cantidad de naturaleza, el lugar ideal para relajarse, leer un buen libro y descansar rodeado de tranquilidad característica del lugar, además posee un vivero encargado de nutrir causas de reforestación enfocadas en combatir los problemas ecológicos de la Selva Lacandona.