Colección de arte mexicano
El Museo Nacional de Arte abrió sus puertas en 1982 gracias a la exhortación de críticos y estudiosos para congregar bajo el mismo recinto una amplia selección de arte mexicano que permitiera a los visitantes obtener una visión general del proceso artístico nacional.Sus colecciones provinieron inicialmente de varios museos del Instituto Nacional de Bellas Artes y en razón de los museos ya existentes en el país, el Munal daría prioridad al arte del siglo XIX, que hasta la década de los años ochenta no contaba con un espacio de exhibición a su altura.
A partir de 1982, año en que fue inaugurado en el antiguo palacio de Comunicaciones, magnífico ejemplo de la arquitectura mexicana de principios del siglo XX, el Museo Nacional de Arte se ha distinguido como uno de los más dinámicos museos mexicanos.
El constante enriquecimiento de sus colecciones, la calidad sostenida de sus exposiciones temporales, el crecimiento de sus servicios y el fortalecimiento de sus tareas educativas y de difusión, lo llevaron muy pronto a satisfacer con creces la misión para la que fue creado.
La fachada se divide en siete sectores volumétricos, siendo el más amplio el central. En la fachada principal se pueden observar principios arquitectónicos de composición; tales como ritmo, repetición, texturas y movimiento, logrados por el arquitecto Silvio Contri.
Ritmo y repetición; la repetición de elementos ornamentales y volúmenes así como la disposición de los grandes ventanales que generan arcadas provocan ritmo al edificio.
Textura; la disposición de los sillares, columnas así como la balaustrada del último nivel, forman un abanico de texturas.
Movimiento; el manejo de remetimientos en el volumen principal, genera la percepción formal de claroscuros y la sensación de movimiento.
Los cuerpos (A, B, y C) semisótano y planta baja, primer piso y segundo piso respectivamente, no se repiten de forma idéntica en cada nivel, pero si es visible el manejo de ventanas con ángulos rectos o en arco de acuerdo al nivel.
El Proyecto Munal 2000 propuso potenciar la capacidad sígnica de las obras artísticas a través de la reorientaron de las salas a fin de ofrecer una visión global y sintética del desarrollo del arte mexicano desde el siglo XVI hasta la década de 1950, profundizar en las peculiaridades y recurrencias de cada periodo y revelar la mentalidad que los produjo.
Por esta razón, la colección se agrupó en tres grandes bloques que manifiestan procesos históricos determinantes para la producción artística lo que propició traslapes necesarios entre las secciones que permiten atender mejor los procesos artísticos del acervo.