Arte funerario de México
En las nuevas salas de exposición se albergó en comodato parte de la colección personal de Daniel Mercurio López Casillas.La imagen del Museo Nacional de la Muerte (MUMU) rescata la personalidad renovada y festiva de la iconografía de la muerte y el arte funerario en México, con un recuerdo de las manifestaciones tradicionales y coloridas de la muerte, tales como el papel picado y las calaveras de azúcar.
Las salas que se exhiben son:
Inframundo
Haciendo rehabilitación y uso de una cisterna del siglo XVIII o quizá principios del XIX que formó parte del complejo del Claustro de San Diego, se reproducen un par de tumbas regionales, como la del Ocote, Aguascalientes y las de tiro que se localizan en la región Centro-Occidente del país.
También se exhiben vasijas funerarias originales dadas en comodato por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, en estas tumbas podemos observar ciertas características distintivas de los entierros precolombinos, como son las ofrendas y las disposiciones de los cuerpos.
Visión Prehispánica
Las culturas del México antiguo eran heterogéneas, pero compartían un arraigado fervor religioso que incluía el politeísmo, el sacrificio humano y el canibalismo como parte indispensable para explicar y dar sentido al funcionamiento del universo, entre los habitantes del mundo prehispánico, el culto funerario ocupaba un lugar de primera importancia.
Las expresiones artísticas que se conservan fueron diseñadas como ofrendas para acompañar a los muertos en la vida ultra terrena.
Mundo Novohispano
A partir de la Conquista, los evangelizadores instauraron la religión católica, prohibieron los sacrificios humanos, el canibalismo, la cremación y dieron carácter demoniaco a todos los dioses prehispánicos.
En la Nueva España se impuso la creencia en un dios todopoderoso, una entidad anímica, y con ello el entierro en los pisos y atrios de las iglesias, el destino final de los muertos dependía de la conducta en vida: el cielo para los piadosos y el infierno para los malvados, para el siglo XVII, ante lo radical del cielo y el infierno, se difundió el purgatorio, las almas del purgatorio y las del infierno estaban en llamas, pero las primeras imploraban el perdón y las segundas sufrían el tormento de los demonios.
México Independiente
En las últimas décadas del mundo novohispano se difundieron las ideas higienistas, promovidas por la Ilustración, que consideraban al cadáver como algo nocivo y contaminante que debía alejarse de los poblados, después de una convivencia común con los muertos, éstos se empezaron a ver con espanto y horror.
En 1875 se inauguró el primer panteón civil, libres de la tutela religiosa, la gente más humilde comenzó a visitar a sus difuntos en el día de muertos, los cementerios se convirtieron en el epicentro de verbenas y romerías, con excesos gastronómicos, etílicos, musicales y sexuales, de España llegó la tradición de retratar a niños muertos en su carácter de “angelitos” y se realizaron óleos encargados por familias acomodadas.
Conforme la fotografía se hizo accesible para todos los estratos sociales, los retratos reconocidos bajo el ritual de “la muerte niña” pasó a un sector más popular.
Época Contemporánea
Durante el Porfiriato convivieron sin mezclarse dos visiones de la muerte: la de Posada, que invitaba a la risa franca y predominaba en el gusto popular; y la de Julio Ruelas, que era trágica, obsesiva, morbosa y oscura, fiel a la moda europea, preferida por artistas, literatos y aristócratas.
Después de la Revolución Mexicana, llegó la reconstrucción nacional y la necesidad de buscar elementos para unirnos como país, los artistas encontraron las raíces de “lo mexicano” en la revaloración del arte prehispánico, indígena y popular, dejando de lado las expresiones novohispanas y decimonónicas.
Intelectuales y pintores construyeron la idea de que todos los mexicanos teníamos un trato preferencial con la muerte, que no causaba temor y que festejábamos su llegada, este mito marcó la obra de la mayoría de los artistas de la época.
Galería Exterior
Es un espacio para la exhibición de exposiciones temporales. su finalidad es mostrar distintas representaciones nacionales de la muerte a través de fotografías de gran formato.
Sala Polivalente
Es un espacio de exposición temporal, cuya intención es promover artistas de todos los niveles y expresiones, para ofertar al visitante una variante temática o contextual de las artes plásticas y visuales nacionales o internacionales.
Sala de Arte Popular Neo-prehispánica
En esta sala se muestran diversos objetos alusivos al arte funerario precolombino con representaciones de algunas deidades como Mictlantecuhtli, Cihuateotl, Xolotl, Coyolxauhqui y Coatlicue, así como una gran variedad de objetos entre los que se encuentran máscaras funerarias, perros cebados, vasijas, códices y hasta una calavera miniatura de cristal de roca.
Esta sala permite al visitante acercarse a algunas expresiones religiosas e idiosincráticas de aquellas épocas asociadas a la muerte, a través de este abanico de elementos votivos y ofertorios.
Sala de Arte Popular de Calaveras
La expresión cultural del mexicano mediante su artesanía es una de las más grandes e impresionantes en todo el mundo, con la creación de miles de objetos alusivos a la muerte, nuestro país es el mayor productor de artesanías fantásticas del planeta.
Se pueden apreciar escenas de la vida cotidiana del mexicano en miniaturas y piezas de diversos tamaños y materiales; máscaras decorativas, festivas o chamanísticas; hasta cráneos o calaveras en gran variedad de materiales y de diversos tipos y formas.
Sala de Arte Popular Funerario y Ritual
Dentro de las expresiones de artesanía fantástica, se encuentra la imaginería religiosa del mexicano, en esta sala podremos observar de qué manera el artista mexicano recrea el credo religioso nacional pero con tintes jocosos, la fe y la burla son uno de los binomios más interesantes que el mexicano imprime a sus creaciones.
Se pueden encontrar expresiones que abarcan lo sagrado y lo herético, el chamanismo y el profundo sentido popular que existe en las creencias del mexicano, el visitante puede encontrar una gran variedad de productos a la venta.
Se ofrecen artesanías de diversos estados y localidades del país, artículos decorativos y/o utilitarios, libros culturales y de arte así como grabados y tarjetas, este espacio del museo ha permitido la creación e incorporación de creadores estatales en la oferta de piezas al público.