CATEGORIA: Pueblos
Cuna de Grandes Artesanos
Los motivos se hacían en el llamado rojo chino o carmín intenso; había superposición de capas y adornos; se usaban figuras como el árbol de la vida, con dos pájaros confrontados, fantásticos follajes, con aves encima, flores y frutos estilizados, con inconfundible sabor asiático, todo lo cual fue transformándose paulatinamente, hasta adaptarse al modo tradicional indígena, guardando sin embargo, una nota distintiva muy original.A la belleza de cajas, baúles y cofres contribuía antiguamente la belleza del herraje, las bisagras, flejes y chapas de hierro, primorosamente forjados; pero en el siglo XIX desaparecieron esos aspectos, y en cambio las lacas ganaron en amplitud pictórica y en la hermosura de los temas de escenas costumbristas, paisajes, perspectivas arquitectónicas ingenuas y animales muy elaborados, de convencional realismo.
Y, conservando cada vez cada pieza su propia individualidad, dentro de la armonía general y el equilibrio de la composición y combinación de colores más difíciles. En esas lacas de Olinalá, a diferencia de las de Michoacán, las figuras se recortan y se rayan sobre variados fondos, de gran efectismo ornamental.
Olinalá tiene los rios Tlapaneco y Mezcala.Una bebida tradicional es el "quemadito", preparado con mezcal, azucar, canela y limón, preparado en una olla de barro y luego flameado. Este lugar es cuna de grandes artesanos. Francisco "Chico" coronel, premio nacional de ciencias y artes 2007, en el rubro de Arte y tradiciones populares en México es originario de este lugarCuenta con un instituto de capacitación para el trabajo en el cual se exhiben obras de los artesanos locales.