CATEGORIA: Pueblos
Diseño Mexicano
Esta obra fue hecha en 1993 por Ricardo Legorreta, es un trabajo de restauración, o más bien de reciclaje, que resulta muy relevante. En un principio la fundación del museo hizo un concurso cerrado a unos cinco arquitectos de renombre, el objetivo era hacer un Museo del Niño en el terreno ubicado en Chapultepec.Todos los arquitectos optaron por proponer una obra nueva, como si no hubiera existido nada antes en ese terreno; el único que recuperó o retomó la estructura existente de una antigua fábrica de vidrio fue Legorreta.
Es uno de los primeros proyectos que se hacen en México para reciclar una antigua fábrica, reutilizarla con un uso completamente distinto, lo que implicó una reducción importante en el costo del proyecto.
Una fábrica podría sonar como algo muy duro, frío o más conveniente para uso tecnológico, pero Legorreta logró un resultado opuesto al revestir el edificio con esos mosaicos de talavera, con esas grecas muy mexicanas. Retomando los estilos de la época colonial, le dio un toque muy distinto.
Otro punto importante, y una de las intervenciones mayores que hizo, fue en la volumetría ya existente de la fábrica, con distintos niveles de volúmenes muy cuadrados, muy rectangulares, como prismas que se complementan con la gran esfera que es la pantalla que tiene el museo en su interior.
Hay mucha gente que ve al edificio y jamás se imaginaría que era una fábrica, pero conserva algunos vestigios que la delatan; por ejemplo, la gran chimenea en color amarillo, forrada, que distingue su pasado.
Otro valor de la obra es que el arquitecto intervino el terreno con su propio estilo arquitectónico en los interiores, los muros son totalmente Legorreta, por los colores y la altura.
Desde su creación, el museo ha sustentado su contenido y misión en el trabajo conjunto de pedagogos, educadores, científicos, artistas, arquitectos y especialistas en el público infantil siempre buscando mantener innovación en sus salas.
Hace algunos años hubo una gran renovación, la Megapantalla se volvió de tercera dimensión, se inventó el Domo Digital, único en toda Latinoamérica y se cambió el 80 por ciento de la oferta educativa.
A la fecha, las cinco salas temáticas que integran el espacio incluyen más de 250 exhibiciones interactivas y 50 exhibiciones para menores de 5 años.