Templo de estilo neoclásico
La fachada de la Parroquia de Nuestra Señora de Belén es sencilla, en el interior de una sola nave con columnas jónicas, se observa el altar mayor dedicado a Nuestra Señora de Belén, Patrona del Antiguo Real de Asientos y titular de la Parroquia, a la Virgen de San Juan y al Sagrado Corazón de Jesús.Esta construcción religiosa fue edificada en 1705 por Diego de Ibarra, primer propietario de la zona en 1548, quien la construyó con un estilo arquitectónico de tres naves, la principal que es larga y muy amplia y las laterales que son más pequeñas y estrechas, entre las tres forman la figura de la cruz latina.
Uno de los mayores atractivos de esta parroquia es la exhibición de un Cristo milagroso articulado que tiene una antigüedad de más de 500 años, elaborado con costillas, mandíbulas, dientes y cráneos humanos, y con piel de cuero de res, de gran valor arquitectónico, que impacta a quien visita este recinto, además de que se estima que es muy milagroso.
Debajo de la parroquia, pasan unos túneles subterráneos, maravillas de la ingeniería del Siglo XVIII, utilizados para desalojar el agua que amenazaba la estructura de la edificación y filtrar el agua para evitar inundaciones.
Allí se puede observar, el Ojo de Agua, un manantial formado por dos pozos, a un lado del templo, se encuentra la Pinacoteca Parroquial que tiene una magnífica colección de retablos de los Siglos XVII y XVIII; sorprende una pintura, única en América Latina, que representa la Circuncisión del Niño Jesús.
También están en exhibición ornamentos que los Sacerdotes utilizaban en esa época y obras de arte sacro, una firmada por Miguel Cabrera. Obras de Osorio, entre ellas, el Bautizo de Jesús, que tiene unas ilusiones ópticas impresionantes.