CATEGORIA: Ciudades Coloniales, Historia
Icono de san Miguel de Allende
Sin la majestuosa parroquia de estilo europeo que se alza en el centro de San Miguel de Allende probablemente esta ciudad de Guanajuato no sería una de las más anheladas a visitar o a habitar por personas de todo el mundo.De forma casi inmediata a la fundación de la villa de San Miguel el Grande, hoy de Allende (1555), se construyó el templo parroquial, según un documento de 1649, la iglesia de San Miguel el Grande se derrumbó tras un grave deterioro. Hacia 1680 y 1690 la parroquia se encontraba nuevamente en ruinas, por lo que se puso en marcha otro proyecto arquitectónico que culminó aprox. en 1709, pero con una apariencia de estilo barroco, totalmente distinta a la fachada de estilo Neogótico que apreciamos hoy día.
Se sabe que en 1683 se había concluido ya el cuerpo principal de la iglesia, aunque se encontraba deteriorado un muro, además de que le faltaba la torre y el retablo del altar mayor, la obra fue dirigida por el arquitecto Marco Antonio Sobrarías de acuerdo a los parámetros, normas y estilo establecido en la época: el barroco.
Entre 1880 y 1890, un maestro cantero de la ciudad Don Zeferino Gutiérrez, (parece ser que a petición de un obispo) construyó una nueva fachada de acuerdo a uno de los estilos artísticos de la época, inspirándose en las grandes obras arquitectónicas de estilo Gótico de la Europa Medieval.
Con base en unos grabados de la catedral de Colonia, Alemania, que el albañil celosamente guardaba en su casa empezó a hacerle una fachada neogótica a la Parroquia de San Miguel, para cumplir con su idea extrajo cantera rosa de las faldas del extinto volcán Palo Huérfano.
Fue por este proyecto que se derribaron las torres construidas entre los s. XVII y XVIII para sustituirlas por las que se conservan en la actualidad, se transformó la portada, los nichos, la ventana coral, e incluso el atrio, la torre campanario del reloj y los altares del interior.
Para muchos este estilo nunca ha encontrado el equilibrio con la plaza colonial que la envuelve, sin embargo, se le dotó de una personalidad que tal vez no hubiera obtenido de otra forma.