Presa la amistad un mar artificial
Dos monumentales águilas en actitud de abrazo coronan la cortina de la gigantesca presa, como símbolo de la amistad entre dos buenos vecinos. Hacia el sur de la línea divisoria, un águila real devorando una serpiente representa a México; hacia el norte, un águila calva simboliza a los Estados Unidos de Norteamérica.Construida entre 1963 y 1969, la presa de La Amistad es el último proyecto del Tratado internacional de Aguas de 1944 para la construcción de almacenamientos en la corriente principal del río Bravo, y su aprovechamiento por los dos países a los que sirve de frontera.
La presa fue inaugurada el 8 de septiembre de 1969 por los presidentes Gustavo Díaz Ordaz de México y Richard M. Nixon de los Estados Unidos.
Desde entonces, cada año por esa fecha se celebran las Fiestas de la Amistad, en donde se repite la ceremonia del abrazo, organizadas por el Comité Internacional de la Buena Vecindad para conmemorar y rearmar el compromiso adquirido.
Después de recorrer el dique del lado mexicano, la carretera sigue la orilla y luego se aleja un poco del litoral, subiendo hasta la cima de una montaña desde donde se tiene una magnífica perspectiva del paisaje, sobre todo al atardecer con el sol poniente enrojeciendo el cielo y relejándose en el agua azul del lago que se pierde en el horizonte.
A partir de este punto, la carretera se divide en dos ramales que descienden por vertientes opuestas y que zigzaguean por la escarpada pendiente de la montaña hacia dos pequeños embarcaderos.
En algunas partes del litoral se han formado playas que son apropiadas para la natación y se les han hecho adaptaciones y rampas para botar lanchas.
Del lado mexicano, la más adecuada y conocida es la playa Tláloc, situada a 6.5 km de la cortina, precisamente a lado del dique de contención que está en territorio mexicano.
En esta playa, sobre la cima de un cerro al que se llega por una amplia escalinata de piedra, se encuentra una monumental estatua de 7 m de altura de Tláloc, la deidad del agua de la época clásica teotihuacana.
Esta es la única réplica de tamaño natural que se ha hecho del original que se encuentra a la entrada del Museo Nacional de Antropología e Historia en la ciudad de México, la imagen del dios está hecha con bloques de piedra negra y su imponente gura señala el principio de la zona recreativa, durante los fines de semana y en épocas de vacaciones, el lugar es invadido por familias que llegan a nadar, a pescar desde las orillas y a acampar, también se organizan concursos de pesca en el lago, sobre todo de lobina negra, de la que se han obtenido ejemplares hasta de 14 kg.
Del lado estadounidense se han construido, a la orilla del lago, varias casas flotantes con embarcaderos que se iluminan por la noche creando escenas encantadoras por el juego de luces naturales y articiales.
En algunos lugares del litoral hay acantilados con refugios prehistóricos de los indígenas que habitaron la región, adornados con exóticas pinturas rupestres de vivos colores, también es posible encontrar fósiles como conchas y caracoles, que son pruebas fehacientes de que en remotas eras geológicas toda esta zona del continente se encontraba bajo el mar.
La presa se encuentra situada dentro de una ruta migratoria, por lo que en invierno es común observar numerosas bandadas de patos y gansos que pasan en su viaje hacia el sur, y que frecuentemente usan el lago como lugar de descanso