CATEGORIA: Bellezas Naturales
Conoce las bellezas de la iglesia y su entorno
Con la construcción de la presa Malpaso en 1966, se perdieron bajo las aguas del río Grijalva las mejores tierras de cultivos, pero sobre todo, a los habitantes de Quechula les dolió perder el templo del Señor Santiago. Ya con el bajo nivel de la presa Netzahualcóyotl, del cauce del Grijalva, es posible apreciar, admirar y contemplar la riqueza arquitectónica de lo que fue el templo de Santiago, patrono del pueblo zoque de Quechula, en el municipio de Tecpatán.Al lugar se arriba en lancha a través del embarcadero de ApicPac, municipio de Ocozocoautla, desde el poblado Raudales Malpaso y desde otras comunidades rurales de la zona. La zona de la cuenca del Grijalva, donde se localizan los restos del antiguo templo, está alejada de las colonias; aunque hay quienes desean fotografiar la región, las aguas, los árboles secos que emergen de las aguas, las aves que vuelan, sobre todo, patos y garzas.
El que fue un refugio de la evangelización española en las comunidades indígenas zoques, de la ribera del río Grijalva en el siglo XVI, hoy es solo recuerdo donde reina la desolación; pero hoy es también fiesta al ver emerger de las aguas su templo. Esta antigua población y su gran templo fueron anegados por las aguas de este caudaloso río, tras la construcción de la presa hidroeléctrica Netzahualcóyotl o Malpaso. Se ubica en el poblado Raudales Malpaso, antes perteneciente al municipio de Tecpatán, ahora al nuevo municipio de Mezclaba.
Recorrer la zona, llegar en lancha hasta las ruinas a partir de la cabecera municipal de Tecpatán, es constatar como el templo antiguo y la población quedó sumergida a una veintena de metros bajo el agua, por lo que solo es posible ver la edificación con el desfogue. Este fenómeno sucede con irregularidad, por lo que los pobladores de las comunidades del bajo Grijalva aprovechan para visitar las ruinas, alternativa a la producción pesquera que disminuye por la baja precipitación pluvial.
El templo de más de 400 años de construcción, volvió emerger de las caudalosas aguas del Grijalva, lo que conforma el embalse de la presa. Lo que mejor se observa es la fachada, que se conserva, aun cuando ha pasado 40 años bajos las aguas. El majestuoso templo era sede del Santo Patrono, Santiago, el pueblo de Quechula tenía varios barrios, se llamaban Santiago, San Miguel, La Cruz Blanca y El Calvario, donde la población se organizaba para realizarla fiesta del Santo Santiago.
Con la construcción de la presa, se perdieron bajo las aguas las mejores tierras de cultivos, pero sobre todo, a los habitantes de Quechula les dolió perder el templo del Señor Santiago. En su mejor apogeo del pueblo Quechula la gente hablaba zoque, esta lengua se conserva, pero ya no es la principal, ha sido desplazada, pues muchos jóvenes hablan inglés, también variantes del zoque, pero ya no son mayoría.
Lo interesante es que esta iglesia solo es visible cuando los niveles de la presa que se encuentra en el río Grijalva descienden 25 metros bajo el nivel del mar. Se recomienda visitar esta singular iglesia en los meses de agosto, septiembre y octubre. La iglesia de Quechula es considerada una de las edificaciones religiosas más sólidas levantadas en las márgenes del río Grijalva a partir de El Sumidero.
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