CATEGORIA: Arqueología
Ruinas de San Claudio
Ciudad que debe su nombre a la laguna de San Claudio, un cuerpo de agua de 350 m de diámetro. Sus antiguos pobladores aprovecharon la extensa variedad de recursos naturales de la región para el sustento de sus pobladores.Aquí han sido localizados 20 entierros funerarios, por lo que sabemos que algunas de sus costumbres corresponden a las tradiciones mayas con particularidades culturales de la región zoque.
Los entierros más elaborados consisten en tumbas hechas de lajas de piedra caliza colocadas de canto, que son el soporte de otras que funcionan como tapas.
Las primeras exploraciones en San Claudio llevadas a cabo en 1997, dejaron parcialmente expuestas una estructura piramidal de aproximadamente 12 metros de altura y una plataforma habitacional, ambas en el sector más próximo a la laguna.
Hasta ahora se han detectado dos periodos de ocupación. El más antiguo data de los primeros dos siglos alrededor del inicio de la era cristiana y está representado principalmente por fragmentos de cerámica del tipo denominado como "Sierra Rojo", y otra cerámica de acabado ceroso.
El segundo periodo de ocupación corresponde al Clásico Tardío, de 600 a 900 años después de Cristo; a éste corresponde el mayor volumen constructivo y de ocupación del sitio.
La ciudad maya de San Claudio al igual que otras poblaciones de la región del río San Pedro Mártir, logró desarrollar una economía complementaria basada en la explotación y comercialización de la obsidiana y el pedernal, logrando una importante red de comercialización con otras ciudades mayas de la región.
San Claudio, logró desarrollar la producción de objetos como puntas de proyectil, cuchillos, hachas y navajas entre otros instrumentos cortantes, una industria que desplazó en esta región el uso de la obsidiana y al mismo tiempo los hizo independientes de las redes de comercio de este material, que en la época prehispánica estaba controlado por las ciudades más importantes.
En San Claudio se localizaron cientos de objetos de pedernal, tanto en la forma de productos terminados y usados, como de objetos desechados en algunas de las etapas de producción del mismo, sin embargo, el hallazgo más voluminoso fue un depósito de desechos de talla usado como relleno frente a un basamento piramidal.
En el sitio se han localizado 94 construcciones de piedra, que consisten en basamentos piramidales que alcanzan diferentes alturas, plataformas y un juego de pelota, todo distribuido en cinco grupos arquitectónicos, edificados sobre una sucesión de colinas bajas.
Grupo I, Cuenta con dos basamentos piramidales de 8 a 12 m de altura. Ambos delimitan una plaza rectangular, varias plataformas y terrazas, con las que se forman diversos patios.
Grupo II, Este grupo está conformado por seis estructuras, entre las que destaca la Estructura 6, pues cuenta con una plataforma menor y un pequeño adoratorio. Además tiene un montículo de templo y dos plataformas que delimitan una plaza por sus lados norte, sur y este.
Grupo III, Está formado por 23 estructuras, donde sobresale el juego de pelota. Las plataformas están organizadas alrededor de patios rectangulares.
Grupo IV, Algunas cuentan con un segundo cuerpo o una segunda plataforma edificada sobre la cima de la primera.
Grupo V, El conjunto está distribuido en la cima acondicionada de un cerro, sobre el que se construyó al menos una terraza con muros de contención de piedra y 11 plataformas dispuestas de manera geométrica.