CATEGORIA: Ciudades Coloniales, Pueblos
Conocida como la tres veces Generala
Su construcción se inicia en el año de 1805 y se venera a la patrona de los jerezanos que según la tradición, ha sido objeto de devoción y reconocimiento por importantes militares, gracias a su intercesión en hechos de guerra, por lo que la Virgen de la Soledad de Jerez ostenta el cargo de tres veces Generala, como lo indican los elementos que ostenta (bastón, de mando y bandas).Con el paso de los siglos la historia muere con ella, pero hay historias que perduran a pesar de las décadas tan deplorables que ha sufrido este país, tal es el Santuario de la Virgen de la Soledad que a pesar de los años que tiene como construcción ha resguardado la fe de cada uno de los creyentes de cualquier parte de México y el mundo.
El capitán Don Pedro Carlos de Godoy es quien reconstruye la capilla para convertirla en el santuario que hoy conocemos pero ya la encuentra con cuarteadas y en malas condiciones porque ya dotaba con más de un siglo de haberse empezado la construcción.
Para 1804 se nombra como padre prefecto a Don José María Patrón quien también se interesa en la redificación del templo. Durante la construcción del templo el culto no fue suspendido, por lo que para el 5 de febrero de 1824 se coloca la imagen en el altar mayor con una celebración especial. Para el año de 1844 se coloca el órgano de 28 registros que es el que actualmente se encuentra en el espacio que ocupa el coro del templo.
La torre norte del santuario de la Virgen de la Soledad fue terminada para 1860 sirviendo de modelo para la construcción de la torre sur que es terminada para 1885 en plena etapa del porfiriato.
El atrio del Santuario es terminado en el año de 1877 que resulta una etapa muy importante para la construcción del templo, el arco del acceso principal sigue el mismo eje de las naves del templo que corresponde al del vano de ingreso principal, mientras que los laterales se relacionan al eje de las puertas laterales del edificio.
Es hasta el año de 1945 que es declarado como santuario diocesano por el Excelentísimo Don Ignacio Plasencia y Moreira, Obispo de la diócesis en aquellos años, teniendo a la virgen de la Soledad para ser venerada por toda la región, la diócesis y hasta llegar a conocerse en lugares como los Estado Unidos, Estado de México, Guadalajara, así como varios estados de este país.
Uno de los símbolos más representativos del Santuario de la Virgen de la Soledad es el reloj que lo encontramos situado en la torre norte: el reloj es de tipo francés de la marca Japy Freres & C donde podemos encontrar en el péndulo el año de 1856 actualmente.
Son variadas las modificación que ha sufrido el Santuario dedicado a la virgen de la Soledad a lo largo del tiempo siendo las principales la colocación del piso de mármol que sustituyó al de madera, la sustitución de la balaustrada de latón por el de mármol y la colocación de un nuevo altar, porque después de la reforma litúrgica del concilio vaticano II en el año de 1963, marcaba que cualquier templo debería tener un altar fijo, con las señas particulares en la elaboración, pues tenía que ser de piedra natural además de tener la consagración para el Sacrificio de la Eucaristía.
Siendo el altar bendecido por Don Javier Lozano Barragán XII obispo de esta diócesis, al mismo tiempo es colocado el ampón que es el lugar donde regularmente se proclama la palabra de Dios en las celebraciones litúrgicas.