CATEGORIA: Pueblos
Un pueblo lleno de vida
El pueblo de Tepoztlán ofrece múltiples opciones para pasar un buen día.Se puede iniciar el recorrido con una caminata de una hora aproximadamente para subir al cerro de El Tepozteco, en el cual se encuentra la pirámide del mismo nombre, este asentamiento prehispánico fue construido por los tepoztecos de filiación xochimilca entre 1150 y 1350 d.C., en una pequeña meseta.
El templo se erigió en honor de Ometochtli Tepoztécatl, dios del pulque relacionado con la fertilidad y las buenas cosechas, razón por la cual se convirtió en un concurrido santuario al que llegaban incluso peregrinos de Centroamérica.
La subida es bastante pesada, pero la vista de todo el valle bien vale la pena el gran esfuerzo. Una buena parte de la subida ya cuenta con escaleras de piedra, otras partes hay que ir sorteando las ramas y piedras entre la vereda.
Al bajar de El Tepozteco, lo mejor es agasajarse con un buen almuerzo en el tianguis de comida en el centro del pueblo o en alguno de los múltiples restaurantes de comida típica que existen en las calles aledañas. Es una verdadera delicia comprar una nieve de los dioses y degustarla caminando por los rincones de este pueblo.
Otro de los lugares que no debe perderse en su visita a este místico pueblo, es el ex convento de La Natividad fue construido por la orden religiosa de los dominicos en la segunda mitad del siglo XVI. Se trata de una imponente construcción que domina, al igual que la parroquia, el paisaje tepozteco. También alberga el Museo y Centro de Documentación Histórica, mismo que cuenta con 4 salas donde se muestran aspectos como el hábitat y la Población, economía, vida cotidiana, la religiosidad, música y danza.
La Parroquia, o la "Iglesia Grande", es otra gran construcción en cuyo frontispicio puede apreciarse la influencia y el trabajo de las manos indígenas. En el atrio aun pueden verse restos de las capillas posas, ubicadas en cada una de las esquinas, además de la capilla abierta que sigue utilizándose durante algunas ceremonias y festejos.En el atrio se puede admirar una gran cruz atrial, las bardas almenadas, los restos de las capillas posas y la capilla abierta, además de múltiples tumbas, puesto que este lugar era utilizado como camposanto.
En la portada del templo de estilo plateresco, se aprecia a la Virgen María a quien acompañan santos, ángeles y querubines, escudos emblemáticos de la orden dominica, Santa Catalina de Siena y Santo Domingo de Guzmán fundador de la orden.
Pero quizás la mayor fama del pueblo se debe al Carnaval de Tepoztlán, celebrado por primera vez en 1862 con el ya tradicional "brinco del Chinelo", una de las expresiones culturales más arraigadas.