CATEGORIA: Playas
Destino turístico inigualable
Su origen se remonta hacia 1650, cuando un pequeño pueblo se estableció a la orilla de un ojo de agua, donde los indígenas producían tequezquite, material utilizado en la fabricación de jabón, también sembraban ajonjolí y maíz.Este poblado tenía un templo perteneciente de la orden de los frailes dominicos del monasterio de Tlaquiltenango, dedicada a San Juan Bautista.
En el siglo XIX, los hermanos Miguel y Leandro Mosso, dueños de la hacienda San José Vista Hermosa, fueron convirtiendo todos los terrenos del pueblo disponibles, en tierras de riego para siembra de caña de azúcar. Al desviar los "achololes" (agua sobrante de los riegos de los campos de caña) hacia el valle, se aumentó el volumen de agua del Lago de Tequesquitengo a tal grado que los habitantes del poblado tuvieron que irse a vivir a las partes más altas, pues para 1865, el agua llegó a cubrir totalmente hasta la torre del templo.
El antiguo pueblo de Tequesquitengo se asentó en un terreno conocido como paisaje "kárstico" o "dolina", que es un área con grandes concentraciones de roca caliza que va disolviéndose gradualmente por la acción erosiva del agua, otra historia cuenta que los campesinos habían ofendido al dueño de la cercana hacienda de San José Vista Hermosa, el cual, a manera de represalia, metió su agua de riego al lago e inundó todo el pueblo.
Tequesquitengo es un destino turístico que ofrece además del contacto con la naturaleza, un extraordinario clima, con sol y calor casi todo el año, la belleza y tranquilidad de sus aguas, su ubicación privilegiada ofrece primordialmente experiencias y actividades que son un reto de gran intensidad emocional, como los deportes aéreos, donde puedes aprender a volar aviones ultraligeros, las condiciones del clima en la zona son singulares: se puede volar los 365 días del año. En la temporada de lluvias, éstas se presentan por la tarde-noche; con ello se obtienen facilidades para sobrevolar el lago y admirar los campos agrícolas y sus diferentes texturas desde un ángulo común, aunado a la aventura que provocan las alturas.
Poco a poco, Tequesquitengo se convierte en un referente para las actividades aéreas ya que se ofrecen, además de los paseos turísticos, los servicios de la escuela para pilotos aficionados a esta práctica, o disfrutar de la tranquilidad que ofrece flotar en un globo aerostático, por su espectacularidad, los globos son un atractivo visual para los visitantes. Familias y parejas jóvenes realizan estos vuelos al amanecer de un nuevo día, el vuelo panorámico es irrepetible ya que los paisajes son únicos, teniendo a los pies del aventurero el lago más profundo del país.
Con los deportes acuáticos se abre un sinfín de posibilidades que van desde la natación, el snorkel, un paseo en moto acuática o en lancha, adentrarse a la diversión para practicar el wakeboard, hasta practicar el buceo es bien conocido en el ámbito del buceo el famoso campanario de la iglesia hundida, el cual es visitado con mucha frecuencia por grupos de buzos ya sea para realizar prácticas durante un curso o simplemente por recreo en el pueblo sumergido de San Juan Bautista
Teques, como se le nombra coloquialmente, tiene el ambiente propicio y la tranquilidad para la meditación y la relajación, o bien para recibir algún tratamiento y los expertos servicios de los SPA o el disfrutar de un revitalizante baño en temazcal.