CATEGORIA: Arqueología
Sede de la cultura tolteca
Tula es la zona arqueológica más importante de la cultura Tolteca, que tuvo esplendor en Mesoamérica entre los años 900 y 1050 d. c. Está formada por varias construcciones enmarcadas por su carácter religioso.Se compone de una gran plaza rodeada por otros monumentos. Al norte se encuentra el templo de los atlantes o de Tlauizcalpantecutli, junto al Palacio Quemado. Al este, el edificio principal.
Al oeste, el juego de pelota número 2 y, al sur, hay un montículo que cierra la plaza.
El principal monumento de Tula o también conocida como Ciudad de Quetzalcóatl, es el templo de Tlahuizcalpantecutli que simboliza el triunfo de la luz sobre la oscuridad.
El edificio de Tlauizcalpantecutli está más desplazado hacia el este, posiblemente porque fue planeado para que se alzara frente al acceso principal y producir mayor impacto al visitante.
Este tipo de efectos visuales eran buscados por los sacerdotes, quienes utilizaban la religión y el arte para transmitir su ideología, muy relacionada con su control sociopolítico sobre la población.
Las esculturas más famosas y atractivas para los visitantes son los Atlantes, guerreros gigantes labrados en piedra basáltica que simbolizan al ejército de Quetzalcóatl.
Los Atlantes de Tula han trascendido fronteras y construido una imagen fuerte y honorable de México en el mundo. Caminar entre las gigantes esculturas de más de 4 metros de altura, es encontrarse en medio de un lugar cargado de misticismo, energía y espiritualidad.
Al norte de este templo, se observan aún los restos de Coatepántli o muro de serpientes con relieves de reptiles devorando a seres humanos, cuyos cráneos emergen de sus fauces.
El remate del muro es una hilera de caracoles cortados, símbolo también relacionado con Quetzalcóatl. El llamado Palacio Quemado es un conjunto de tres salas rodeadas de columnas, banquetas y altares, con decoración en bajorrelieves y vestigios de pintura mural. En el patio central se encuentra un Chac-mool.
Existen dos juegos de pelota: uno al norte del Palacio Quemado, el mejor conservado, y que presenta gran similitud con el de Xochicalco; el otro localizado al poniente de la plaza central, es mucho más grande y similar al encontrado en Chichén-Itzá.
Finalmente, en el centro de la plaza se ubica un pequeño adoratorio donde se pueden apreciar dos etapas constructivas y que guarda mucha semejanza con el templo de Las Águilas de Chichén-Itzá.
Según la cosmogonía y las crónicas indígenas, se cree que esta ciudad fue gobernada por el mítico Quetzalcóatl, quien sería derrotado y expulsado por Tezcatlipoca después de una batalla épica.