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Sorprendente con las piedras gigantes
Dentro de la Sierra Tarahumara, en el estado de Chihuahua, se encuentra el Valle de los Monjes. Este lugar goza de un paisaje sorprendente al contar con una gran cantidad de formaciones rocosas de hace millones de años. Las piedras de material calcáreo son de forma puntiaguda; esto ocurre por el desgaste que existe entre las rocas y el medio ambiente. El agua de lluvia y el aire erosiona las piedras, las cuales toman formas escultóricas que destacan dentro del paisaje.Cuenta la leyenda que estas formaciones se erigieron durante la creación del mundo. Las rocas no se habían solidificado y eran maleables; de ahí sus perfiles escultóricos.
El supuesto parece confirmarse con las innumerables figuras de elefantes, grandes bestias, miembros humanos y monjes que se extienden como si algún artista sobrenatural se hubiera dedicado, durante millones de años a tallar en las piedras lo que su imaginación concebía.
En los alrededores boscosos se levantan varias peñas que son ideales para escalar, comunicadas entre sí por veredas para caminar o practicar ciclismo de montaña. Al llamado Valle de los Monjes o Bisabírachi (en lengua indígena) se puede llegar a través del Ferrocarril del Pacífico que atraviesa las Barrancas del Cobre.
Se le conoce como Valle de los Monjes por las formas tan caprichosas de las rocas, en su mayoría afiladas. Estas formaciones asemejan monjes, al distinguirse la cabeza y su característica vestimenta.
La topografía tan peculiar donde están dispuestas estas rocas fue a causa de varios movimientos tectónicos, y se estima que tienen más de 20 millones de años. Sin embargo, los científicos coinciden en que la topografía del lugar es resultado de violentos movimientos tectónicos.
Cerca del Valle de los Monjes habita una tribu nativa que se encuentra aislada del asentamiento urbano de Chihuahua. Esta tribu cuenta con un sistema de gobierno diferente al del resto de la República mexicana, son analfabetas, no hablan español y viven en la inmensidad de la Sierra Tarahumara, donde su cultura se mantiene impecable hasta la fecha.
En el valle se pueden hacer varias actividades; desde caminatas, senderismo y excursiones, hasta rappel y ciclismo.
El Valle de los Monjes tiene grandes lagos, elevadas cascadas (las más altas de México), vistas maravillosas y espectaculares formaciones naturales que son el hábitat de estos indígenas, dueños de una cultura única, tan mística como la sierra misma.