CATEGORIA: Bellezas Naturales, Pueblos
Mítico lugar
En general los duendes son buenos y traviesos, de buen carácter y humor, les agrada la compañía de los niños, les gusta el medio ambiente limpio, las buenas palabras y costumbres.Se enojan cuando invaden su lugar, lo contaminan o si los ofenden con palabras. También se les relaciona con las hadas.
Se manifiestan en primavera y verano, su reproducción está limitada y se dice que tienen una bebida que rejuvenece y prolonga los años de vida.
Siguiendo por la ruta del Corredor de la Montaña en Hidalgo, visitaremos un lugar mágico y maravilloso que se encuentra en Huasca de Ocampo, muy cerca de la hacienda de San Miguel Regla, como a cinco minutos usted encontrará un sitio muy interesante, sencillo pero con alto contenido que lo invitará a la reflexión.
Se trata de una casa de madera instalada en el campo, no muy grande, original, llena de curiosidad, se internan en medio del bosque, tupido de árboles de oyamel que dan resguardo a los sueños y a las fantasías de los seres humanos.
Este museo muestra la colección de trabajos que hacen los duendes con las crines y colas de caballo, todo un arte. También muestra las evidencias de la existencia de duendes y sinónimos que tienen en otros países.
Los duendes se convierten en el medio para hacernos conscientes de nuestras debilidades y pecados, todo ello dentro del Museo de los Duendes.
Según cuenta María de los Ángeles, directora del museo, un grupo de amigos fue de campamento en agosto de 1994 y una noche de lunada, un duende se les apareció a los exploradores y les comentó que no se hacen presentes a la vista de los seres humanos, porque normalmente son agredidos.
Además les dijo el duende, que ellos no entendían por qué los humanos son tan difíciles de comprender, porque si tienen un magnífico mundo, con una maravillosa naturaleza que raya en la perfección, los habitantes de la Tierra no lo cuidan; también el duende comentaba o más bien señalaba, que la gente está llena de envidia, acompañada de mucha violencia y maldad; no saben compartir y no conocen la verdadera amistad.
De hecho, según la leyenda, el duende decía que es poca la gente que los puede observar, "nosotros somos pacíficos y amigables, y no nos gusta la agresión ni las malas palabras, que tan frecuentemente usan las personas".
Aquí la guía relatará algunos hechos que al ojo humano sólo parecerían casualidades, pero que bajo la óptica de este museo y de la directora María de los Ángeles tienen su fundamento en realidades que los duendes hacen posible.
Como por ejemplo: cuántas veces usted ha perdido las llaves, un montón de ocasiones, pues bien no crea que ha sido por distracción, sino por la travesura de algún duendecillo o bien, también se asegura que se han encontrado en los ranchos de la periferia, algunos caballos con el atril (cabellos en el lomo), enredado como si le hubieran hecho trenzas en forma de columpio y que son utilizados por estos seres para su diversión.