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Capilla del Señor de Tlacolula
La capilla posee fina herrería colonial y sus muros están cubiertos por pinturas y retablos coloniales, pero destaca sobre todo por su decoración en yesería semejante a la del templo de Santo Domingo de Oaxaca.Sobresale el conjunto de cuatro mártires cristianos, en cuyos rostros están plasmadas expresiones dolorosas con las cuales seguramente los predicadores buscaban impresionar a la población zapoteca. El mejor día para visitar Tlacolula es el domingo, cuando se celebra el tianguis.El mezcal se expende en varios establecimientos que se han esmerado en tener las mejores variedades de esta bebida.Iglesia y Capilla de Santo Cristo. El templo, levantado en el siglo XVI, fue reconstruido en el XVII, cuando también se añadió la capilla del Santo Cristo, cuyo interior contrasta con la sencillez del templo. Esta constituye uno de los más importantes ejemplos del barroco mexicano.
Su interior alberga un conjunto de yeserías populares doradas, relieves policromados, hierros forjados, así como un adorno compuesto por numerosos espejos en su cúpula octagonal.Tlacolula posee una de las capillas más hermosas de Oaxaca, pues además de su belleza barroca, su originalidad es única. En efecto, en la capilla del milagroso Señor de Tlacolula, el tiempo se ha detenido y usted puede admirar asombrosamente una capilla, como sí estuviera en el siglo XVI. Todo es original y muy antiguo, por lo que se respira un aire de paz interior y el cuerpo "siente" que es un sitio sagrado, imprecando de pasión, devoción y amor. Es un recinto donde el espíritu fluye tenuemente entre la penumbra y la conciencia florece.
Cuenta la leyenda que este Cristo lo llevaban unos arrieros hacia el Sur, pero cuando llegaron a Tlacolula a descansar a la mañana siguiente el Cristo cobro un peso descomunal, por lo que no lo pudieron levantar. Por este milagro se decidió construir en el sitio donde quedó el Cristo la capilla que hoy le sirve de recinto y que es una verdadera joya del arte colonial en México. Toda la decoración de esta increíble capilla fue realizada en el siglo XVI, es por ello que la "mano indígena" se aprecia con mucha intensidad. Su trabajo en estofado, sus tallas en madera, su forja en hierro, su yesería, sus antiquísimos muebles, todo en conjunto nos permite apreciar, no solamente una manufactura original del siglo XVI, sino entender la pasión y el valor que representaba, para aquellos hombres, fueran españoles, criollos, mestizos o indígenas el aspecto religioso espiritual de la vida y el mundo.
La capilla del Señor de Tlacolula es lo más relevante del conjunto. Está dotada de una profusa decoración, semejante a la del templo de Santo Domingo de Guzmán, en Oaxaca. Tanto la bóveda como la cúpula están cubiertas de motivos florales estilizados, presentes también en la superficie de los muros, rodeando en ocasiones a espejos, esculturas, retablos o pinturas al óleo. La capilla posee también elementos de fina herrería forjada del siglo XVI, entre lo que destacan: el barandal del coro, el púlpito y la puerta; todos ellos considerados como piezas notables del arte colonial que complementan la decoración.
El retablo principal es de estilo neoclásico, y en él se aloja la escultura de Cristo crucificado, mejor conocido como Señor de Tlacolula. También en los transceptos se aprecian dos retablos barrocos del siglo XVII; contienen pinturas al óleo, esculturas y columnas salomónicas. Es el caso de esta espléndida representación de Dios Padre, con su Hijo Jesús en la Cruz, el Espíritu Santo y el mundo en la base de la cruz.Localización, Tlacolula de Matamoros: Se ubica al sudeste de la Ciudad de Oaxaca, a 30 kilómetros (19 millas) por la Carretera Federal 190 con destino al Istmo de Tehuantepec. Tiempo aproximado: 35 min.